El enredo parece no tener fin. El ministro de Industria, José Manuel Soria, se descolgó este miércoles con lo que ya era un secreto a voces, la central nuclear de Garoña va camino de su cierre. Lo dijo por la mañana y por la tarde, pero en sus dos intervenciones dejó resquicios claros para que no se dé todo por perdido.
El ministro canario siguió tensando la cuerda con las dos grandes eléctricas, Endesa e Iberdrola, propietarias de Garoña a través de Nuclenor, al anunciar el cese de explotación de la central burgalesa. Eso sí, dejó claro que la central es "segura" y que el cierre se produce "única y exclusivamente" por motivos económicos.
Y es justo esto lo que está estudiando el Ministerio, por qué estas dos grandes empresas van a dejar de explotar una central que es segura y fiable, según el CSN. Así que habrá que esperar a las conclusiones de este estudio, aunque a partir del 6 de julio próximo Garoña empezará a operar en condiciones de cese de explotación y perderá su actual licencia.
Pero la central ni va a parar definitivamente ni va a ser desmantelada, señalan los expertos consultados. Soria va en esa línea, porque la intención del Gobierno, afirma el ministro, es que, siempre y cuando el CSN, que es quien debe indicarlo, determine que uno de los ocho reactores o todos los reactores españoles pueden seguir funcionando "el criterio del Gobierno será favorable a esa continuidad en el funcionamiento".
Y el CSN ha dicho claramente que la central burgalesa es segura.
El proceso que se abre ahora está cargado de ambigüedades y carreteras secundarias, porque Garoña seguirá en parada fría y sin licencia, pero la reforma energética se aprobará después del 6 de julio. Así que, señala una fuente solvente, "Endesa e Iberdrola han recogido el envite, pero también el guante lanzado por Soria. Si el hachazo previsto a las eléctricas tradicionales se suaviza, ya sea con menos cargas impositivas o con un menor tajo a sus ingresos, no hay duda de que las dos eléctricas volverán a plantear a Industria la puesta en actividad, de nuevo, de Garoña".
Eso se arreglaría con la petición de una nueva licencia, que tendría que estudiar el CSN, con lo que Garoña podría volver a operar en 2014 o 2015. A día de hoy no es lo más probable, pero sí del todo posible, dicen las fuentes consultadas.
Cesa la explotación pero Industria tiene que estudiar ahora toda la documentación y las alegaciones, pues el punto de no retorno sería el inicio del proceso de desmantelamiento, algo que aún se ve lejano
Las dos grandes eléctricas guardan absoluto mutismo al respecto, a la espera de que se apruebe la reforma energética, pero saben que el CSN, si es consultado de nuevo, volverá a decir que Garoña es segura y podría suavizar las exigencias de inversión anunciadas tras el desastre nuclear de Fukushima. Los más de 120 millones de euros exigidos a Nuclenor para dotar de mayor seguridad a la planta y modernizarla para que pudiera ampliar su vida útil más allá de los 40 años y llegar a pleno rendimiento hasta 2019, podrían verse reducidos como gesto del CSN y del propio Gobierno a las compañías.
Porque Rajoy ha dejado claro a Soria que por mucho que se tense la cuerda y se utilice a Garoña como moneda de cambio en las tensas negociaciones sobre la reforma energética, el programa electoral del PP defiende una apuesta firme por la energía nuclear. Y este apartado del programa del PP Rajoy sí que lo quiere cumplir.
En definitiva, que Garoña se cierra, pero porque así lo marcan los estrictos procesos administrativos que se siguen en un tema tan peliagudo como el nuclear. Porque se abre ahora un proceso de meses en los que Industria valorará toda la documentación y tendrá que atender las alegaciones de todas las partes (tres CCAA implicadas-Castilla y León, País Vasco y La Rioja-, además de los propietarios). El punto de no retorno, que lo tendría que determinar el CSN una vez que el Gobierno no viera posibilidad alguna de retomar la actividad en Garoña, se produciría con la puesta en marcha del proceso de desmantelamiento. "Y para eso quedan aún muchos meses y una reforma energética por aprobar", avisa una fuente consultada.
Las eléctricas podrían volver a pedir de nuevo la licencia de explotación para 2014 o 2015, posibilidad no descartable, pues Rajoy insiste en que hay que apostar fuerte por la nuclear
Soria no ha hecho ni el menor gesto de autocrítica, pese a que ha sido su Ministerio el 'culpable' de que Endesa e Iberdrola se quedaran sin la posibilidad de tener un año más para decidir si les es rentable o no seguir con Garoña, una vez que estuviera aprobada la reforma energética. Industria no envió al BOE la orden ministerial que habría permitido esta posibilidad, así que tanto el CSN como posteriormente Nuclenor enviaron su documentación preparatoria del cierre de explotación, tal y como mandan los estrictos protocolos nucleares.
Soria dijo este miércoles que "esta modicación [de la orden ministerial de 2012 que revocaba la fecha del 6 de julio como fecha del cese definitivo de la explotación para disponer de una prórroga de un año] no ha podido ser concedida por el ministerio por la imposibilidad del cumplimiento de los plazos previstos en la ley que regula el procedimiento administrativo".
En román paladino, que a Industria se le pasaron los plazos (o los dejó pasar intencionadamente) administrativos. Así que ahora si que se están cumpliendo los plazos y se procede al cierre administrativo de Garoña, pero se dejan muchas puertas abiertas para que vuelva a la actividad. Soria ha dejado claro que teniendo en cuenta la situación económica actual y que España es uno de los países europeos con mayor dependencia energética del resto del mundo, no se puede ni se debe infrautilizar ninguna de las fuentes energéticas disponibles, y muy especialmente la nuclear, que está marcada con fuego en el programa electoral del PP y en el poso ideológico de muchos de sus dirigentes.