Esta vez sí parece que tanto el Gobierno como el regulador parecen estar dispuestos a meter mano al oligopolio petrolero. Estamos en año electoral y eso siempre ayuda. Al ministro de Economía, Luis de Guindos, y al de Industria, José Manuel Soria, a poco que se les pregunte se lanzan a la yugular de las grandes compañías del sector, ésas que han disparado sus márgenes durante todo el segundo semestre de 2014, mientras el barril de petróleo se despeñaba por debajo de los 50 dólares y las gasolinas bajaban a una velocidad que, al menos en el periodo estival, no se correspondía con el ritmo al que se desplomaba el crudo.
Hay varios frentes abiertos. El Ejecutivo ha dado un claro mensaje al sector al colocar al frente de la Comisión interministerial de las gasolinas a Clara Guzmán, la ex directora de investigación de la Comisión Nacional de la Competencia (ahora integrada en la CNMC), que con sus informes atizó el poder casi omnímodo de las tres grandes (Repsol, Cepsa y BP).
Esta Comisión, en la que hay representantes de Industria, Economía, Hacienda, la Oficina Económica de Álvaro Nadal y la CNMC, ha lanzado una ofensiva para investigar a fondo el sistema de fijación de precios que utilizan las petroleras para las gasolinas y cómo son capaces de disparar sus márgenes brutos cada mes (en diciembre entre el 2% y el 5%).
El otro frente abierto lo lidera el regulador presidido por José María Marín Quemada, que este mismo viernes empezó a calentar el ambiente con un multazo de 2,5 millones de euros a Cepsa.
La multa de 2,5 millones a Cepsa es un aviso a navegantes: siguió con sus prácticas abusivas pese a ser sancionada en 2009
La compañía que ahora controla el fondo emiratí IPIC, el mismo que podría dar nombre al mismísimo estadio Santiago Bernabéu, ha cometido una infración “muy grave” no sólo por imponer sus precios a los gasolineros independientes que trabajaban con ella sino además por el “incumplimiento acreditado” de una resolución sancionadora impuesta a la compañía en 2009.
La CNMC ha querido dar ejemplo y lanzar un aviso a navegantes. La impunidad con que, en ciertas ocasiones, las grandes compañías desarrollan su actividad comercial y someten a sus redes de gasolineros independientes o abanderados es una de las causas de que no haya competencia efectiva en este mercado.
Cepsa no corrigió sus prácticas anticompetitivas, pese a la sanción de 2009, y por ello ha sido multada ahora. El grupo se ha defendido como gato panza arriba porque ha intentado recusar al propio Marín Quemada, ex directivo de la petrolera, y a dos miembros de la sala de Competencia (Idoia Zenarruzabeitia y María Ortiz), pero su andanada ha sido “inadmitida”.
La CNMC tiene previsto cerrar en dos meses el gran expediente contra el poder del oligopolio y podría imponer sanciones ejemplarizantes
“Lo que ha hecho Cepsa es un botón de muestra del poder que manejan las grandes petroleras y su relativa impunidad. Las multas, si llegan, llegan tarde, tras años de instrucción de expedientes y son recurridas a la Justicia ordinaria, con lo que su impacto se diluye en el tiempo y en los vericuetos burocráticos”, afirma a Vozpópuli un ex directivo de una petrolera dedicado ahora a otras actividades.
En esa situación están los dos expedientes que mantiene abiertos la CNMC desde hace más de un año. El más importante de ellos, el que persigue las presuntas prácticas anticompetitivas de las tres grandes y los también presuntos pactos de precios para disuadir a los clientes para que cambien de gasolinera, está llegando a su fin.
La CNMC está ultimando la instrucción, en la que se ha incluido el seguimiento de los precios en los últimos meses y los márgenes cosechados por las compañías, con lo que según las fuentes consultadas, una resolución, previsiblemente sancionadora, podría llegar en los próximos dos meses.
Moncloa quiere que la Comisión de las gasolinas presente severas medidas para que el Gobierno pueda sacar pecho y enarbolar la lucha contra los oligopolios
Todo puede quedar en nada, o en casi nada, pero el terreno parece abonado para un buen escarmiento. El Gobierno del PP, como ya hizo el del PSOE, no ha tomado medidas verdaderamente rompedoras para la competencia pese a los desorbitados precios que se han cobrado por el litro de combustible hasta que el petróleo comenzó a caer a comienzos de verano.
Pero en año electoral la cosa cambia y desde Moncloa se ha mandado un claro mensaje a la Comisión de las gasolinas: Hay que presentar un duro informe que permita al Gobierno blandir la bandera de la defensa de la competencia y la bajada de precios de los combustibles.
La Comisión coordinada por Guzmán presentará sus medidas en las próximas semanas, que serán debatidas en sede parlamentaria a dos o tres meses vista de las elecciones municipales y autonómicas.
También la CNMC quiere demostrar que pese a las sospechas de politización e intervencionismo gubernamental con la que se creó el organismo en octubre de 2013, su trabajo es independiente del Ejecutivo y también de los poderosos lobbies.
No le ha temblado el pulso al regulador a la hora de imponer severas multas a la poderosa Telefónica o al más poderoso aún cártel de las basuras comandado por Florentino Pérez, Rafael del Pino y Juan Béjar, entre otros.
La multa a Cepsa es un claro aviso de que la CNMC tiene ganas de guerra y, según las fuentes consultadas, las investigaciones realizadas durante meses sobre cómo manejan el mercado las petroleras, cuentan con argumentario suficiente como para que lleguen más sanciones.