Quienes ven en Elon Musk un visionario con ideas imposibles de plasmar en la realidad tienen que replantearse la postura. No hablamos de Tesla, su marca de coches eléctricos, que ya es una realidad en todo el mundo, sino de Hyperloop, su proyecto de tren ultra rápido capaz de alcanzar los 1.200 Km/h, que uniría el País Vasco con Santander en una hora.
El año pasado Hyperloop Technology pasó a formar parte del registro de empresas de la Unión Europea, tal y como ha podido saber Vozpópuli. Se trata de un movimiento de ficha que les permite reunirse -algo que ya han hecho- con miembros de la Unión Europea con el objetivo de hacer de Hyperloop una realidad en Europa.
El registro de Hyperloop, tal y como hemos podido confirmar, está clasificado como "Grupos de presión dentro de las empresas y asociaciones comerciales", lo que pone de relieve el interés de la compañía norteamericana por entrar en el mercado europeo.
El primer punto marcado en la reunión fue precisamente el de la entrada de la compañía en el viejo continente
En concreto son siete las personas designadas por la compañía fundada por Elon Musk para mantener las reuniones y conversaciones con la Comisión Europea.
Ayer, sin ir más lejos, estaba marcado un encuentro entre miembros de Hyperloop con personal de la Comisión de Transporte, entidad responsable de aprobar la entrada de nuevos actores de este sector en Europa. El primer punto tratado en la reunión fue precisamente el de la entrada de la compañía en el viejo continente. También se puso sobre la mesa el primer proyecto que vería la luz: la construcción de un túnel entre Helsinki (Finlandia) y Tallín (Estonia). Un tren que uniría ambas ciudades con los trenes ultra rápidos de la empresa de Elon Musk.
Así es Hyperloop
Hyperloop está formado básicamente por un "raíl" que básicamente es un tubo al vacío sobre el que se deslizan cápsulas en las que viajan los pasajeros a una velocidad máxima de 1.200 Km/h.
Esas cápsulas o vagones tienen mucha menos capacidad que las tradicionales y se deslizan empujadas por compresores de aire. Los trenes de alta velocidad actuales han luchado siempre contra un problema, el de la resistencia al aire. El concepto -teórico- de un túnel al vacío, o con mucho menos aire, elimina este obstáculo y permite que los 'vagones' se muevan más rápido.