El varapalo ocasionado por los resultados de ACS en el primer semestre quedará dulcificado para un selecto grupo de ejecutivos de la compañía, que se repartirán alrededor de 60 millones de euros en opciones sobre acciones. Poco parece importar que el grupo constructor haya registrado en el primer semestre números rojos por valor de 1.223 millones de euros o que esta circunstancia le haya obligado a eliminar el dividendo a cuenta.
Concretamente, en el desglose de las cuentas presentadas a los analistas el pasado viernes la compañía detalla el deterioro de su participación en Iberdrola, así como los costes de la refinanciación del paquete que aun mantiene en la eléctrica. Un tercer apartado aparece bajo el epígrafe “Otros”, por valor de 66 millones de euros. Una gran parte de esa cantidad se corresponde con las mencionadas opciones sobre acciones.
Entre los que percibirán la retribución de la compañía se encuentra Florentino Pérez, presidente de la compañía, así como Antonio García Ferrer, vicepresidente, y José Luis del Valle, secretario del consejo de administración que también forma parte del máximo órgano ejecutivo de la empresa.
El empeño liderado por Pérez de seguir adelante con su inversión en Iberdrola, pese a que las puertas del consejo de administración de la eléctrica están cerradas (y más desde la derogación de la conocida como ‘enmienda Florentino’), ha llevado a ACS a presentar pérdidas de 1.223 millones en los seis primeros meses del año, ocasionadas en su mayor parte por el deterioro de la participación en la eléctrica, así como por los costes de refinanciar el paquete que aún está en manos de la constructora (aunque sin los derechos de voto).
Detalles de la refinanciación
Al presentar pérdidas, el propio Florentino Pérez aclaró que la compañía no podrá dar el tradicional dividendo a cuenta, que en los últimos años había quedado fijado en 90 céntimos de euro por acción. Sin embargo, el castigo se reduce a los accionistas, a tenor de la realidad de las cifras de bonus que maneja el grupo constructor.
Por otra parte, el acuerdo de refinanciación a tres años alcanzado con Société Générale contempla que si ACS decide deshacerse del paquete de acciones involucrado en la operación (el 8,25% de Iberdrola) se embolsará lo que se haya revalorizado la acción de la eléctrica (en el caso de que lo haga) hasta el entorno de los cinco euros por título. A partir de ahí, las ganancias se las anotarán los bancos que han participado en el préstamo.
Los títulos de ACS cerraron la sesión con un descenso del 1,2% para concluir en 15,60 euros. En lo que va de año, la constructora se deja algo más del 31%.