Las cartas se pusieron encima de la mesa en el primer contacto mantenido ayer entre la ministra de Fomento, Ana Pastor, y los responsables de Iberia. El Gobierno se ha puesto decididamente manos a la obra para tratar de que el durísimo plan de ajuste de Iberia no determine en otro conflicto social en escenario tan delicado como el del espacio aéreo. Sin embargo, no va a ser tarea sencilla a tenor de la estrategia de Iberia.
La aerolínea que preside Antonio Vázquez presentó a la ministra las principales líneas del ajuste que, además del ERE para 4.506 trabajadores, presentan también duros recortes salariales que irían desde un 21% para los pilotos de largo radio hasta el 58% para la tripulación de corto radio, unas medidas que equipararían los sueldos a los que perciben los empleados de aerolíneas de bajo coste.
Pero además, Iberia también se ha encargado de deslizar que el ajuste planteado es tan crucial para el futuro de la compañía que no llevarlo a cabo tendría funestas consecuencias. Entre ellas figuraría la pérdida del ‘hub’ del aeropuerto de Madrid-Barajas, un aspecto que también contribuiría a generar inquietud en el Ejecutivo de Mariano Rajoy por cuanto tiene de estratégico. Una idea que lleva como bandera Rafael Sánchez-Lozano, consejero delegado de Iberia, que ha sido el encargado de trasladar esta inquietud.
Los mensajes cruzados entre Fomento e Iberia han dejado claras tanto la necesidad de tener más contactos como el hecho de que la situación es muy delicada para todas las partes. El departamento que encabeza Ana Pastor conoció también la versión de los sindicatos y tratará de mediar aunque después de la reunión mantenida ayer con los responsables de la aerolínea tiene claro que no será nada sencillo.
Oposición del Sepla
Mientras, los sindicatos se oponen frontalmente a los planes de la compañía aunque difieren en algunas circunstancias. Todos consideran que el ajuste se traduce en un desmantelamiento de la empresa que no están dispuestos a permitir. Sin embargo, Sepla, el sindicato de pilotos, señaló tras su encuentro de ayer que es favorable a deshacer IAG, la fusión entre Iberia y British Airways.
Una opinión que no comparten los sindicatos mayoritarios entre el personal de tierra y de tripulación, ya que insisten en que en el actual escenario, con las principales compañías del sector inmersas en procesos de concentración o con ellos ya consolidados, el futuro de Iberia en solitario sería sencillamente insostenible.
Esta división también está siendo contemplada desde el cuartel general de Iberia como una circunstancia que podría favorecer a la compañía a la hora de llevar a cabo sus planes de ajuste. Por el momento, en el Ministerio de Fomento se analiza la situación para preparar la estrategia con vistas a futuros encuentros, que se producirán.
