La línea de alta velocidad entre Sevilla y Almería, el proyecto de infraestructuras más ambicioso de Andalucía, acaba de recibir el tiro de gracia de parte de la Comisión Europea, que se ha encargado de poner más dificultades a un trazado en el que ya ni siquiera el propio Gobierno andaluz creía aunque ha llegado a invertir cerca de 300 millones de euros. Así, el denominado Eje Ferroviario Transversal pasa definitivamente a engrosar el listado de las líneas fantasmas, por las que no discurren los trenes pero sí una inversión que se antoja irrecuperable.
Bruselas ha cursado una denuncia contra España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea porque el proyecto carece del oportuno informe medioambiental, dado que cuando se iniciaron las obras en la zona de la campiña de Sevilla el Gobierno aún no le había concedido el estatus de área protegida pese a las indicaciones por parte del Ejecutivo comunitario de que así lo hiciera.
Una vez que los tribunales europeos sentenciaron que aquella zona debería tener el mencionado estatus, la Comisión Europea concluye que el proyecto no debió ser aprobado porque le falta el informe de impacto medioambiental.
Todo este procedimiento supone la puntilla para un proyecto que la Junta de Andalucía había dado por aparcado debido a las dificultades para financiarlo pero que ha dejado un nuevo escenario de vías y túneles que no llevan a ninguna parte.
La Junta tira la toalla
El Eje Ferroviario Transversal preveía la unión de Sevilla y Almería a través de alta velocidad y, además, conexiones con Málaga y Granada. Merced al acuerdo alcanzado con el Ministerio de Fomento, el Gobierno andaluz se haría cargo del tramo entre Marchena (Sevilla) y Antequera (Málaga) mientras que el departamento que dirige Ana Pastor se encargaría del resto. Además, el proyecto quedaría unido al trazado Almería-Murcia, que forma parte del Corredor Mediterráneo.
Precisamente, este trazado también forma parte de la historia negra de los planes de alta velocidad en España ya que Fomento está estudiando si continuar con el proyecto, para lo que decidió hace unos meses tapar un espectacular doble túnel de más de siete kilómetros que supuso una inversión de aproximadamente 500 millones de euros.
La Junta de Andalucía comenzó con los trabajos del Eje Ferroviario Transversal con los túneles y puentes, que es lo que básicamente está construido hasta ahora. A comienzos de año, el Gobierno que encabeza Susana Díaz decidió dejar aparcado el proyecto hasta que la situación económica mejorara, hasta el punto de que aprobó devolver al Banco Europeo de Inversiones (BEI) un préstamo de 180 millones de euros obtenido para la construcción del tramo Marchena-Antequera.
De 14 millones de usuarios a ensayos ferroviarios
Por su parte, Fomento ha dado prioridad a otros trazados del AVE en construcción, como prueba el hecho de que hasta el momento tan sólo ha procedido a abrir algunos procesos de expropiación de terrenos para llevar a cabo el tramo que le corresponde, entre Antequera y Almería.
Eso sí, en la última auditoría de Adif Alta Velocidad aparece que este trazado cuenta con una inversión comprometida de 887 millones de euros.
Con la denuncia de la Comisión Europea, si la Junta de Andalucía decidiera poner en marcha de nuevo el proyecto se encontraría con la necesidad de encargar informes de impacto medio ambiental para cumplir con la normativa comunitaria, lo que atascaría de nuevo la construcción de la línea, toda vez que con toda probabilidad los informes hablarían de un cambio en el trazado original para evitar daños al área de la campiña de Sevilla.
Por el momento, la infraestructura que está construida será destinada a ensayos ferroviarios. Atrás quedaron las previsiones que hablaban de una utilización potencial por parte de hasta 14 millones de pasajeros que probablemente sí harían viable el proyecto. Pero ahora, el Eje Ferroviario Transversal apunta muy decididamente a AVE fantasma.
