Las grandes constructoras empiezan a ‘aterrizar’ el potencial fenómeno de los taxis voladores en España de cara al alcance de acuerdos con la Administración Pública y en especial, el Gobierno. La Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan) ha dado carta de naturaleza a una proyección sobre los vertipuertos que plantea como viables unas 64 terminales en el país previo consenso sobre un marco regulatorio y colaboración financiera de las adminstraciones estatales, regionales y locales.
Seopan ha incluido esta estimación en su última memoria anual sobre las posibilidades en España para el sector de las "infraestructuras innovadoras". La asociación, que representa los intereses de constructoras como Acciona, Actividades de Construcción y Servicios (ACS), Ferrovial o Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), considera que las ciudades españolas "con densidad de población suficiente como para implementar una red de vertipuertos" son Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla, con "capacidad para realizar 64 vertipuertos".
La propuesta pone sobre la mesa un plan que ofrecería terminales cada 600.000 habitantes que operarían "de forma autónoma para poder asegurar beneficios económicos y de seguridad". El presupuesto global de la construcción de la red sería de unos 640 millones de euros, según proyecciones de Seopan a partir de fuentes del mercado constructor. La patronal reivindica las ventajas de este tipo de transportes puestas de relieve por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea de la Unión Europea, que perfilan que el uso del taxi aéreo supondría entre 2 y 4 veces menos tiempo de viaje en coche, así como que los transportes médicos podrían realizarse un 73% más rápido.
Segmento incipiente
El plan ahonda en el potencial tras una iniciativa en estudio dentro del Gobierno, que pasa por una red "completamente sostenible" de 20 vertipuertos con un presupuesto de 200 millones. La presentó un consorcio de empresas participado por Ferrovial ya en 2021 de la mano de empresas como Idom, Tecnalia, Airbus y Lilium para su financiación con los fondos europeos Next Generation. La constructora que preside Rafael del Pino ha acabado suspendiendo recientemente la búsqueda de nuevos socios inversores para el desarrollo de su programa de vertipuertos a nivel global tras constatar falta de avances en sus principales proyectos en la materia, como el español.
La propia Seopan incide en su propuesta sobre vertipuertos que todavía penden en España de "una reglamentación y configuración del espacio aéreo español que integre la normativa de los espacios destinados a vertipuertos y la configuración de las aeronaves actuales, así como consideraciones sobre las políticas de privacidad al sobrevolar el espacio aéreo de la ciudad", al margen de los desafíos tecnológicos en cuanto a la autonomía de las baterías. "La viabilidad financiera, respaldada por Fondos de Recuperación Europeos, y la colaboración público-privada serán elementos clave para el éxito de estos proyectos que buscan transformar la movilidad urbana en ciudades europeas", inciden desde la asociación que preside Julián Núñez.
Emblemático es el caso de la empresa alemana Volocopter, que este año alcanzó un acuerdo con la semipública Aena para estudiar potenciales aplicaciones de vertipuertos en España. La firma alemana, que tiene a la española ACS entre sus socios de desarrollo, se ha visto forzada en los últimos días a declararse en concurso de acreedores a expensas de la consecución de financiación adicional para llevar a cabo sus primeros vuelos comerciales, cuyo estreno se había previsto para 2025. De forma similar, la germana Lilium, socia en el desarrollo de aerotaxis de Ferrovial, acaba de vender sus activos a un consorcio de inversores europeos y norteamericanos, Mobile Uplift Corporation, con el objetivo de reiniciar las operaciones después de la negativa del Gobierno alemán a concederle un voluminoso préstamo.
La española ACS dio un golpe internacional el pasado noviembre al erigirse como la adjudicataria del contrato de remodelación del helipuerto de Manhattan para dar cabida a taxis aéreos que conectarían el centro de Nueva York con el aeropuerto JFK.
Por lo pronto, las autoridades europeas y españolas han comenzado a dar algunas señales a favor de la industria al calor de los avances tecnológicos. A finales de 2023 comenzó a funcionar el proyecto Eureka, impulsado por un consorcio de empresas europeas, entre ellas varias públicas españolas como la gestora de navegación aérea Enaire o la firma de ingenería y consultoría Ineco, así como privadas como Bluenest (de la que participa accionarialmente Acciona) para la consolidación de una regulación de los vertipuertos a nivel europeo antes de mediados de 2026. Ya este mes de enero se cumplirá el primer año de actividad del clúster SIAM que creó Ineco con vistas al impulso de estas infraestructuras en España. Dentro del país, existen iniciativas incipientes que apuntan a la puesta en marcha de aerotaxis incluso entre ciudades para 2030. Algunas startups, como Crisalion, han conseguido ya subvenciones millonarias del Gobierno.
Del lado de las grandes empresas, ACS dio el golpe el pasado noviembre al erigirse como la adjudicataria del contrato de remodelación del helipuerto de Manhattan para dar cabida a taxis aéreos que conectarían el centro de Nueva York con el aeropuerto JFK. La empresa que preside Florentino Pérez irrumpió con fuerza en el segmento con la compra de una participación mayoritaria en el líder mundial en vertipuertos, Skyports, en abril de 2024 por 105 millones. A través de esta firma, ACS ha pasado a liderar también el proyecto London Heliport así como una red de vertipuertos en Dubái que estaría lista en 2026.