La alta velocidad no llegará al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, al menos de momento. El proyecto, uno de los más llamativos de la red de AVE que pretende completar el Gobierno, ha sido descartado tras la reunión que la ministra de Fomento, Ana Pastor, mantuvo con la nueva presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. Una de las principales afectadas por la decisión es Iberia, que había insistido en la conveniencia de llevar el AVE hasta Barajas para relanzar definitivamente al aeropuerto madrileño, el principal 'hub' de la aerolínea.
El presidente y consejero delegado de Iberia, Luis Gallego, ha manifestado en numerosas ocasiones que la llegada de la alta velocidad a Barajas sería un enorme espaldarazo para la terminal, puesto que permitiría la conexión entre el tráfico aéreo y el AVE, los medios preferidos por la mayoría de los turistas procedentes del exterior.
Gallego llegó a asegurar que los 400 millones de euros de inversión que serían necesarios para llevar el AVE a Barajas serían los más rentables de cuantos Fomento ha destinado al desarrollo de la red.
Sin embargo, Cifuentes no es de la misma opinión y así se lo ha manifestado a la ministra Pastor. La conexión ferroviaria entre la T4 de Barajas y el centro de la ciudad quedará garantizada por un servicio de lanzadera de Cercanías, que permitirá que los viajeros lleguen a la estación de Atocha, donde embarcan en el AVE, en aproximadamente 20 minutos.
Relanzar el aeropuerto
La conexión entre Atocha y Barajas a través de una línea de alta velocidad es uno de los proyectos que más polémica ha levantado ya que se ha puesto en duda en numerosas ocasiones su rentabilidad, además de su escasa operatividad, dada la distancia que separa ambos puntos.
No obstante, el sentido del proyecto no estaba tanto en ahorrar tiempo a los viajeros que llegaran a la capital de España por vía aérea como en la comodidad que supone la conexión con un tren de alta velocidad sin necesidad de realizar trasbordos.
Los partidarios de llevar a cabo el trazado apuntaban como factor a favor el impacto que supondría para el tráfico en Barajas, sin duda el aeropuerto español más penalizado por los efectos de la crisis económica.
El aeropuerto madrileño ha protagonizado una notable recuperación en 2015. Durante los seis primeros meses del año, el tráfico se ha incrementado más de un 11% en relación con el mismo periodo de 2014. No obstante, el castigo ha sido tan duro en los últimos años que Barajas todavía no es capaz de superar las cifras de tráfico de ejercicios como los de 2012 o 2011, ya en plena crisis, mientras que los máximos históricos de mediados de la pasada década están todavía muy lejanos.
El desplome del tráfico en Barajas ha coincidido en el tiempo con el notable crecimiento de los datos correspondientes al aeropuerto de Barcelona-El Prat, que sigue marcando máximos históricos. Una circunstancia que se achacó, entre otros factores, a que Barcelona había logrado ser un potente foco de atracción para el turismo en detrimento de Madrid, cuyas autoridades no habían sido capaces de combatir los efectos de la crisis.
En cualquier caso, la recuperación de Barajas deberá proseguir sin el AVE.