Un lustro después del estallido de la burbuja inmobiliaria, la mayoría de los expertos coinciden en señalar que el ajuste del precio de la vivienda aún no ha llegado a su fin. Pero no es una circunstancia que afecte en exclusiva a los pisos nuevos. El mercado de segunda mano está discurriendo prácticamente en paralelo, con descensos medios que superan levemente el 25%, insuficiente ante las dimensiones tanto de la crisis como del terremoto que ha asolado al sector.
De acuerdo con las cifras del índice de precios inmobiliarios de idealista. com, correspondientes al mes de octubre, la vivienda de segunda mano ha experimentado un descenso del 9,9% en tasa interanual, una cifra significativa que, además, se aproxima a la facilitada por el Ministerio de Fomento para el tercer trimestre de 2012. De acuerdo con el departamento que dirige Ana Pastor, el precio de la vivienda usada descendió un 9,6% en el tercer trimestre del ejercicio en relación con el mismo periodo del año anterior.
Bien es cierto que la caída se ha acelerado durante los últimos meses. El año 2008 fue el que registró la caída más brusca después de que el anterior fuera el que batió todos los récords de precios máximos. Sin embargo, y contra pronóstico, en los siguientes los descensos fueron más sostenidos, lo que ha hecho que el ajuste no termine de redondearse.
Una circunstancia que también ha afectado al mercado de la vivienda nueva. De acuerdo con el servicio de estudios del BBVA, el precio de la vivienda proseguirá descendiendo en los próximos trimestres. La entidad considera que pese a que la cercanía del fin de la deducción por compra de vivienda pueda ser un estímulo para las últimas semanas del año, la demanda volverá a sufrir en 2013 las consecuencias de un panorama macroeconómico que no mostrará excesivos síntomas de mejoría. Esta circunstancia repercutirá a la baja en los precios tanto de los nuevos pisos como de los de segunda mano.
El mercado también se encuentra a la espera deber los efectos que tendrá la puesta en funcionamiento del banco malo, que aplicará unos descuentos del 54% para el caso de la vivienda finalizada.
Diversos analistas han señalado desde que se conocen estos descuentos que los inversores, especialmente los que llegan del exterior, buscarán bloques de activos homogéneos, por lo que el éxito de la colocación de estos activos dependerá de la forma de gestionarlos y venderlos. “Si se produce de una forma rápida, el ajuste tanto para la vivienda nueva como para la usada podría acelerarse de forma significativa”, señala a Vozpópuli un consultor del sector.