Por la COP29 de Bakú pasarán hasta el día 22 tantos invitados como habitantes tiene Segovia. La organización espera hasta 50.000 participantes, a los que debe sumarse un inmenso ejército de trabajadores, contratado para que la maquinaria de la cumbre funcione como un reloj. Son diez días de foros, cuya factura asumirán, en buena parte, las compañías del entorno de un líder político tan controvertido como Ilham Aliyev, próximo a Vladimir Putin.
Desde el momento en que la ONU decidió asignar como sede a Azerbaiyán, algunas organizaciones de derechos humanos alertaron de la contradicción: un país con un régimen semidictatorial, que se financia con los ingresos del petróleo y el gas, era el elegido para albergar la cumbre medioambiental más verde del planeta. Los indicios de 'greenwashing' eran más que evidentes
La organización de la COP corre a cargo del país anfitrión, que costea las grandes medidas de seguridad; y de los denominados 'sponsors', patrocinadores que tiran de chequera para lograr visibilidad en la cumbre. En una cita de esta entidad, ser visible da muchas más posibilidades de hacer negocios. No hay que olvidar que, además de políticos, empresarios, científicos, periodistas y ONG's, a la cita medioambiental acude cada año una multitud de lobbistas en representación de otra multitud de compañías.
Los principales patrocinadores de la COP29, los que primero dieron un paso al frente, son tres empresas locales: Socar Green, Pasha Holding y Azersun. La primera es la división de energías renovables de Socar, el gigante público que sostiene las finanzas del Estado, gracias a los caudales que proporcionan los inmensos yacimientos de gas y petróleo. Es decir, las energías que los promotores de la COP pretenden frenar por su nivel de emisiones contaminantes.
Socar cuenta más de 60.000 empleados en nómina y su sede está instalada en el rascacielos más reconocible de Bakú. El grupo público utiliza Socar Green para reinvertir en proyectos renovables. "Socar se esfuerza en desarrollar proyectos de transición energética para contribuir a la seguridad ambiental en Azerbaiyán y en el mundo", señala la filial en su web corporativa. Socar Green asegura que coopera con compañías internacionales para proporcionar "soluciones integradas en transición energética" y otras fuentes limpias como el hidrógeno verde.
La cuota de las energías renovables en Azerbaiyán es ínfima (1,4%). Según la Agencia Internacional de la Energía, ha incrementado un 33% las emisiones contaminantes desde 2000
La empresa renovable está sostenida con el dinero que proviene de la producción de crudo y gas del grupo matriz. La fuente energética más usada en el país es el gas (66,2% de la oferta), seguida del petróleo (32,2%). La cuota de las energías renovables es ínfima (1,4%). Según la Agencia Internacional de la Energía, Azerbaiyán ha incrementado un 33% las emisiones contaminantes desde 2000.
El siguiente 'sponsor' de la COP29 es Pasha. Se trata de un enorme 'holding' cuyos tentáculos se extienden a la banca, la construcción, las infraestructuras o los seguros. La propiedad está en manos de la familia presidencial. En concreto, el fundador es Arif Pashayev, padre de la esposa de Alíyev y primera dama, Mehriban Aliyeva.
El tercer gran consorcio detrás de los patrocinios es Azersun. Se trata de otro gigante empresarial cuyo fundador, Abdolbari Goozal, también es próximo al presidente azerbaiyano. Azersun tiene intereses en sectores tan dispares como la alimentación, el textil, la construcción o la educación.
En la lista de financiadores aparecen otros empresarios locales, como Acwa Power (propietaria de desanilizadoras), Neqsol Holding (telecomunicaciones), Giltex (industria textil) o Silk Way Airlines (la principal aerolínea nacional). La presencia extranjera es mínima. Sólo hay algunos ejemplos, como Cisco, Newsweek o la cadena CBC.
Azerbaiyán está en el punto de mira de distintas organizaciones de derechos humanos. En su informe de 2023, Human Rights Watch señalaba al Gobierno de Alíyev por restringir "severamente" las libertades de expresión o asociación, y asegura que la tortura y el maltrato policial con los detenidos persiste.
Amnistía Internacional, que siempre ha apoyado los objetivos de las COP, también advierte de un "alarmante récord" en el país, con restricciones de los derechos de expresión o manifestación. "Protestas pacíficas, incluidas aquellas promovidas por grupos medioambientales, son respondidas con violencia de forma rutinaria", asegura la ONG con sede en Londres.