El estigma de las participaciones preferentes emitidas en los últimos años por las entidades financieras se ha extendido a las que también lanzaron otros grupos industriales, como Telefónica, Repsol o Unión Fenosa (actualmente integrada en Gas Natural). Convertidas ya en un instrumento demonizado socialmente, la presión de las entidades financieras, que fueron las que colocaron estos productos a través de su red comercial, es creciente: quieren que esas empresas sigan la senda emprendida este miércoles por Telefónica y canjeen sus preferentes por otros instrumentos más líquidos como bonos o acciones.
En el mercado, se señala a Repsol como clara candidata a canjear sus preferentes en los próximos meses. La petrolera tiene en circulación unos 3.000 millones en títulos de deuda subordinada que, aunque están cobrando su cupón con total normalidad, cotizan con un descuento de entre el 35% y el 39% de su valor nominal en el mercado de renta fija.
Sin descartar esa opción, fuentes de Repsol dicen que "no hay un plan para presentar de forma inminente" el canje. Este miércoles, no hubo ningún acuerdo al respecto en la reunión del consejo de administración. El director financiero de la petrolera, Miguel Martínez, deberá dar pistas en la conferencia del próximo día 1, cuando la empresa presente sus resultados trimestrales.
El canje de Telefónica le permitirá reducir su deuda en unos 800 millones
La compañía que preside Antonio Brufau ya anunció al presentar su plan estratégico, a finales de mayo, que lanzaría una oferta de canje para esos títulos convirtiéndolos en bonos obligatoriamente convertibles, con el objetivo de reducir su deuda.
La operación, inicialmente prevista para este otoño, quedó después en stand-by, al priorizarse la venta de sus activos de gas natural licuado (GNL), que está en su fase final y que la petrolera prevé tener cerrada de aquí a finales de año. Por tanto, el canje llegaría, en principio, ya a comienzos de 2013.
Repsol emulará así a Telefónica, que este miércoles comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ha aprobado canjear sus participaciones preferentes por importe de 2.000 millones por bonos a diez años y acciones propias de la firma procedentes de autocartera. La operación permitirá al grupo que preside César Alierta reducir su deuda (a través de la conversión de esos títulos en acciones propias) en unos 800 millones de euros.