Pemex, que en reiteradas ocasiones ha pedido la cabeza del presidente Antonio Brufau, ha votado en contra del punto 3 del acuerdo del consejo, que muestra el "pleno apoyo" a la "estrategia" y a la "gestión que viene desarrollando el equipo de dirección".
Tal y como estaba previsto, el consejo de administración que esta tarde ha celebrado Repsol en Madrid ha aprobado, por unanimidad, el preacuerdo firmado el lunes en Buenos Aires que pondrá fin al conflicto con Argentina por YPF.
Ha sido Pemex la que ha puesto la nota discordante, al desautorizar la gestión de Antonio Brufau. Las fuentes consultadas por Vozpópuli han confirmado que ahora se abre un proceso en el que el presidente de la compañía irá preparando su dimisón para dar paso a una nueva etapa, después de que haya quedado desautorizado tras quedarse fuera de las negociaciones con Argentina.
Todo el peso de estas negociaciones ha recaído en el propio Gobierno español y en los dos accionistas de referencia, La Caixa y Pemex.
En línea con lo que había marcado Moncloa, el consejo dio el sí a un acuerdo que había sido firmado por los Gobiernos de España, Argentina y México.
El consejo ha valorado "positivamente" el principio de acuerdo sobre la compensación por la expropiación de un 51% de YPF y espera que su desarrollo incluya "términos y garantías apropiados para asegurar su eficacia", informó la compañía.
Tras estudiar el preacuerdo y darle el visto bueno, el consejo expresa su deseo de que "se abra cuanto antes el periodo de conversaciones" entre el equipo de Repsol y el Gobierno argentino para abordar la complejidad propia de un acuerdo tan relevante.
Para desarrollar esta negociación con las "exigencias que plantea la complejidad propia de un asunto tan relevante" y responder a los "términos y garantías apropiados para asegurar su eficacia", el Consejo ha acordado contratar a un banco de inversión "de prestigio internacional" para "apoyar" al equipo.
De este primer preacuerdo apenas han trascendido detalles oficiales, pero fuentes cercanas a la negociación apuntan a un pago de 5.000 millones de dólares (unos 3.700 millones de euros) en deuda argentina y la retirada de los numerosos litigios judiciales, informa EFE.
En la reunión de hoy, el Consejo "ha analizado y valora positivamente el principio de acuerdo anunciado", por lo que, con el objetivo de desarrollarlo, "ha decidido iniciar en breve plazo conversaciones entre sus equipos y los del Gobierno argentino" con el objetivo de lograr una solución "justa, eficaz y pronta a la controversia".
Asimismo, para "facilitar una conducción profesional del proceso" Repsol contratará un banco de inversión que ayude a sus equipos a resolver la "complejidad" del asunto y dar "garantías apropiadas par asegurar su eficacia".
En el encuentro de hoy ha estado ausente por motivos de agenda el presidente de Caixabank -principal accionista de la petrolera-, Isidro Fainé, quien ha delegado el voto en el presidente de Repsol, Antonio Brufau.
El visto bueno a este acuerdo por parte del Consejo abre una vía para negociar el fin del conflicto entre Repsol e YPF, lo que permitirá a la petrolera española recibir una compensación por los activos nacionalizados y allanará el camino para que Argentina logre atraer inversiones a su sector de los hidrocarburos.
Sin embargo, este apoyo no resuelve todos los problemas de Repsol, ya que Pemex ha rechazado hoy mostrar su apoyo a la gestión de la dirección, en línea con las críticas vertidas la pasada semana, al contrario que el resto de miembros del Consejo.
La pasada semana, el director general de Pemex, Emilio Lozoya, cargó contra las retribuciones de la dirección de Repsol por considerarlas excesivas en comparación con los pagos que reciben los accionistas.