Reyal Urbis cerró la sesión de ayer con un nuevo descenso en su cotización, en concreto del 10,13%, que dejaba su capitalización en 21 millones de euros. La compañía completó de este modo una semana para olvidar, en la que ha acumulado pérdidas globales superiores al 47%. La errática trayectoria de la compañía presidida por Rafael Santamaría en los últimos días llega como consecuencia de la presentación del preconcurso de acreedores, un hecho que ha arrastrado también al resto de empresas del sector presentes en el mercado de valores.
De hecho, durante la última semana la capitalización de las inmobiliarias cotizadas se ha reducido en 200 millones de euros, lo que representa una caída media superior al 13% en el sector. No representa en sí una cifra espectacular pero es más que significativa si se tiene en cuenta que la suma de las capitalizaciones de las empresas del sector no llega a los 2.000 millones de euros.
Hace tiempo que Reyal Urbis ha perdido el favor de los inversores y su valor en bolsa estaba por debajo de los 100 millones de euros. Cuando la resultante de la fusión entre Reyal e Inmobiliaria Urbis comenzó su andadura en el parqué, a mediados de 2007, su valor bursátil rondaba los 3.000 millones de euros, una cifra que llegó a superar durante las primeras semanas bajo el foco de los mercados. Tal ha sido el efecto del estallido de la burbuja.
Pero el hecho de que la compañía haya comenzado a agarrarse a la Ley Concursal ha hecho que se enciendan las alarmas en el sector, lo que se ha reflejado en el mercado. En esta misma semana, las acciones de Metrovacesa han perdido cerca de un 15%, lo que ha terminado por evaporar el efecto Eurovegas, la repentina subida que experimentaron las acciones de la compañía al conocerse que el macrocomplejo de juego y ocio se instalará en Madrid, donde la compañía cuenta con terrenos que figuran entre los favoritos para albergarlo.
Realia cae y Colonial se mantiene
Mientras, Realia se ha dejado en este periodo algo más de un 10% y presenta una capitalización bursátil de 164 millones de euros. La compañía, participada por Bankia y Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) está también pendiente de un proceso de refinanciación, aunque en este caso su endeudamiento es notablemente inferior al que presenta Reyal Urbis, que afrontaba su tercera refinanciación cuando decidió acogerse a la figura del preconcurso.
Entre las grandes, tan sólo ha aguantado el tipo Colonial, cuya cotización apenas ha variado durante la última semana. La inmobiliaria con sede en Barcelona percibirá en las próximas semanas un dividendo de su filial francesa Fonciere Lyonnaise que le permitirá maquillar sus resultados anuales, aunque no ha dejado de sufrir un notable castigo por parte de los mercados.
Reyal Urbis negocia ahora para acordar un convenio anticipado con sus acreedores, para lo que dispondrá de cuatro meses. En el caso de que no lo consiga, deberá presentar obligatoriamente el concurso, que sería el segundo mayor de la historia empresarial española después del de Martinsa-Fadesa.