La junta de accionistas de Sacyr transcurrió este miércoles por derroteros más tranquilos de lo que estaba previsto tras los cambios accionariales de las últimas semanas. Y todo porque el consejo de administración acordó, en su reunión previa a la asamblea, abrir un periodo de reflexión sobre su futura composición, para que se adapte a esas modificaciones. “Pero lo haremos con calma, sin prisas, tomando las decisiones con el consenso habitual”, aseguró el presidente de la compañía, Manuel Manrique, en respuesta a un accionista preocupado por las informaciones sobre supuestas luchas de poder en la empresa, a raíz del incremento de participación del accionista José Moreno Carretero, que ha pasado de tener un 6% a rozar el 13% del capital.
Manrique negó la existencia de tales luchas de poder pero sí admitió que los cambios en la composición del accionariado de Sacyr habían ocasionado la apertura de ese periodo de reflexión. Eso sí, sin especificar por cuánto tiempo se extendería. Lo cierto es que tanto él como Moreno Carretero tienen actualmente un representante en el consejo, lo que no refleja su posición en el capital, dado que la participación de Manrique se sitúa por debajo del 2%. En cambio, la participación sindicada entre el vicepresidente de la compañía, Demetrio Carceller, y el Grupo Satocán, que asciende a algo más del 14%, cuenta con cuatro representantes en el máximo órgano de administración de la sociedad.
La suma de este escenario y la apertura del periodo de reflexión da como resultado más probable que Moreno Carretero incremente su peso en el consejo, con uno o incluso dos puestos más en el consejo. Y con los números encima de la mesa, tampoco sería descabellado que el propio Manrique perdiera su representante, que consiguió cuando su participación en el capital de Sacyr se situaba en el entorno del 7%.
En definitiva, modificaciones que podrían alterar el actual equilibrio y que sería precisamente lo que estaría detrás del movimiento de Moreno Carretero de duplicar su participación en la empresa, aunque haya sido una inversión a través de instrumentos derivados para cubrirse de los riesgos de un hipotético desplome de la cotización. Mientras sólo disponga de un representante en el consejo, el incremento de su participación no influye realmente en el futuro de Sacyr. Pero si se hace con más sillones, las cosas podrían cambiar.
Reflexión en el consejo
Preguntado por los periodistas tras la celebración de la junta, el presidente del grupo constructor y de concesiones no quería hablar de posibilidades, considerandos y futuribles, sólo de lo que el consejo había decidido antes de la asamblea: reflexionar. De lo que dure esa reflexión dependerá el tiempo de que dispondrá para adaptarse a la nueva situación.
Sí admitió que la posibilidad de adaptar la composición del consejo a la realidad del reparto accionarial ya estaba encima de la mesa hace meses. “En realidad, ya estábamos trabajando en ello porque había habido cambios en el accionariado. Esto ya ocurrió en su día cuando decidimos aumentar el número de independientes”, recordó Manrique.
Hace unos años, Sacyr tenía un capital flotante muy reducido, un buen número de consejeros era, al mismo tiempo, accionista de la empresa y con un porcentaje bastante significativo. Según fueron abandonando el capital, el consejo fue dando entrada a más independientes.
Manrique aseguró ante los periodistas contar con el respaldo del consejo de administración al 100%.
