España tiene la mayor densidad de bares por habitante de todo el mundo, con un total de 260.000 establecimientos, según la consultora Nielsen. Para hacerse una idea de lo que la cifra supone, en España hay más bares que en todo Estados Unidos, un país con 300 millones de personas, seis veces más que en España.
Todo lo que rodea a los bares puede ser un buen negocio. Si sumamos a esto la pertinaz cultura de ver el fútbol en estos establecimientos, con familiares y amigos, está todo dicho.
Aunque para las compañías de telefonía móvil no es un negocio tan suculento como el de los 47 millones de españoles dispuestos a contratar servicios de telecomunicaciones, no deja de ser interesante. Si pensamos en la tarifa más económica -150 euros- pensada en ofrecer todo el fútbol -que es lo que más se demanda en los bares- y la multiplicamos por el número total de establecimientos, el potencial de ingresos está, al menos, en el entorno de los 500 millones de euros al año.
El negocio potencial del fútbol está por encima de los 500 millones de euros al año
Por su parte los ingresos totales generados por la televisión de pago durante 2015 -últimos datos disponibles- son, según la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) de 2.000 millones de euros.
Hasta no hace demasiado tiempo la oferta por el fútbol en los bares más competitiva económicamente era la de Orange, que por 160 euros ofrece Liga, Copa del Rey, Champions y Europa League. Pero Vodafone quiere pelear por esos 260.000 establecimientos y ofrece lo mismo, y además las motos y la Fórmula 1, por 150 euros, 10 euros menos.
En 2015, por primera vez desde la crisis, se abrieron más bares de los que se cerraron
Movistar, tercero en discordia, se encuentra lejos en términos competitivos en su oferta. Como en el caso de su televisión para particulares, su apuesta va más dirigida a ofrecer paquetes con más servicios y canales de televisión. Así, ofrece dos paquetes por los que hay que abonar 215 euros o 227 euros -este último incluye fibra a 300MB, fijo y móvil-. Ambos incluyen todo el fútbol, además de diferentes canales de televisión.
Un negocio, el de los bares, que parece ir al alza. En 2015, por primera vez desde la crisis, se abrieron más bares de los que se cerraron.