El Volkswagen Polo no está entre los 11 millones de vehículos diésel de todas las marcas (principalmente VW, Seat o Skoda) que podrían haber sido afectado por el fraude masivo destapado justo hace una semana en Estados Unidos y que afecta al mayor fabricante de vehículos europeo y uno de los dos mayores del mundo, la Volkswagen. La factoría de Landaben en Navarra tan sólo fabrica modelos del pequeño utilitario de VW y esta poca diversificación (llevan haciendo el mismo tipo de coche desde 1985) le ha servido, curiosamente, para que los coches que salen de la factoría española (284.000 en 2014) queden fuera de la crisis que, si bien impactará en la fábrica como parte del grupo, les permite ver durante un tiempo los toros desde la barrera.
"Aún no es seguro al 100% y hay que ser prudentes, pero parece que el Polo no está afectado", ha dicho a este periódico un representante sindical navarro. 'El Periódico de Catalunya', de hecho, dice haber accedido a un documento de la compañía donde hay Polo afectados, pero que podrían estar fabricados en las otras plantas que fabrican estos modelos (India, Rusia, China o Sudáfrica). De confirmarse estas primeras informaciones, es posible que Landaben tenga mejor suerte que la otra factoría del grupo Volkswagen en España, Martorell, donde sí podría haber hasta medio millón de motores afectados de los modelos Ibiza, León, Altea y Exeo, que la factoría catalana fabrica junto con el Audi Q3.
Aunque Volkswagen anunció que este mismo viernes diría los vehículos que están afectados, al tratarse de un total de 11 millones de unidades la trazabilidad está siendo complicada y la compañía alemana no está teniendo fácil proveer de una información fiable. La incertidumbre, por tanto, sigue apretando a los trabajadores navarros, que reconocen que están en el principio del problema y piden tranquilidad: "Detrás de la marca hay miles de personas y es la credibilidad de toda la empresa la que está en juego. Nosotros tambíen nos sentimos engañados".
Una fábrica histórica
Volkswagen Navarra está a punto de cumplir 50 años. No siempre ha mantenido sus cuentas en orden con Hacienda, pero no deja de ser un ejemplo de la fortaleza industrial española. Para los próximos años, los planes de la compañía hablaban de aumentar producción y estirar aún más la productividad en sus plantas europeas, que están en Bruselas, Barcelona, Pamplona, Palmela (Portugal) y Alemania.
Este lanzamiento de coches forma parte de la estrategia de la compañía, que trata de convertirse en el primer fabricante mundial. Para ello necesita copar todos los segmentos del mercado y también dotar de flexibilidad productiva a sus fábricas en Europa Occidental, que se encuentran lejos de trabajar al 100% de su capacidad actual. Al margen de Alemania, el grupo cuenta con fábricas en Bruselas, Barcelona-Martorell, Pamplona y Palmela, en Portugal. Aunque aún es muy pronto para saber las repercusiones de la crisis, Navarra parece estar en mejor posición que Martorell en este primer envite de los motores contaminantes, una crisis que cambiará Volkswagen para siempre, tal y como ha reconocido su dirección.