Iba a ser una reunión del Comité de Expertos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) muy caliente, en la que los miembros más críticos con la gestión del presidente, Fernando Marti, iban a montar batalla. Greenpeace, Ecologistas en Acción, representantes de varios gobiernos autonómicos y algún que otro experto independiente iban a poner en tela de juicio polémicas decisiones del presidente, respaldadas sin unanimidad por el Pleno, sobre la reapertura de la central de Garoña, la puesta en marcha del Almacén Temporal Centralizado de residuos nucleares o la situación por la que pasa la planta extremeña de Almaraz.
Pero nada de esto ha ocurrido. La reunión prevista para este jueves 21 se suspendió a última hora por falta de quórum, según la versión oficial dada por el CSN. Para que el encuentro tenga validez institucional han de presentarse 20 de sus miembros, pero sólo acudieron 19.
La reunión se fijó a finales de julio para intentar torpedearla desde dentro y evitar que no se alcanzara el quórum, según afirman fuentes internas del propio Comité Asesor
Sin embargo, fuentes internas del CSN y algunos miembros de ese Comité Asesor afirman a Vozpópuli que el presidente y su equipo fijaron esta fecha para promover que la reunión no se celebrara, al estar buena parte de los miembros del Comité de vacaciones.
Marti ha evitado en los últimos dos años dar explicaciones sobre su gestión no sólo ante el Comité Asesor, sino también a la propia Comisión de Industria y Energía del Congreso, que es la que por ley tiene la obligación de fiscalizar la labor del supervisor nuclear español.
Desde que el presidente fue colocado en el cargo por el ex ministro de Industria, José Manuel Soria, en diciembre de 2012, ninguna de las recomendaciones del Comité Asesor han sido elevadas al Pleno para su estudio y posible aprobación. Fuentes internas denuncian que Marti ningunea reiteradamente la actividad de este Comité, en el que se dan cita, además del presidente, representantes de seis ministerios, 14 comunidades autónomas, municipios de las zonas nucleares, patronales, sindicatos, organizaciones ecologistas y cinco expertos independientes.
La última reunión del Comité tuvo lugar el 21 de enero pasado. Ahora toca esperar a después del verano para que se fije una nueva fecha para el encuentro, pero el tiempo juega en contra de las voces críticas. El CSN tendrá que tomar nuevas e importantes decisiones sobre Garoña y el polémico basurero nuclear que se va a construir en Villar de Cañas (Cuenca) este mismo otoño.
El presidente del CSN ha evitado en reiteradas ocasiones dar explicaciones sobre su gestión ante el Comité y, sobre todo, ante la Comisión de Industria
Los ecologistas, algunos gobiernos autonómicos, la mayoría de partidos políticos representados en la Comisión de Industria (excepto el PP) y la díscola consejera Cristina Narbona, a través de sus votos particulares, han exigido al presidente mayor transparencia en la toma de decisiones y que éstas se saquen adelante con todos los informes preceptivos.
El hartazgo es tal que PSOE, Podemos, Ciudadanos, ERC, Democracia y Libertad y PNV han llegado a liderar una iniciativa para pedir por carta la dimisión del presidente del CSN por sus reiteradas ausencias ante las comparecencias exigidas desde la Comisión de Industria.
