Abertis tiene dos dueños que planean convertirse en dos gigantes de las concesiones. Aunque cada uno por su cuenta. Atlantia y ACS o, lo que es lo mismo, Los Benetton y Florentino Pérez. Dos imperios que han reflejado su lucha de poder en la renovación de cuatro sillas del consejo de administración de la concesionaria. Los empresarios italianos ha llamado a filas para este puesto a Giampiero Massolo, presidente de Atlantia, y Enrico Laghi, actual consejero delegado de Edizione, que es el brazo inversor de la familia. Un envite que Florentino Pérez ha contestado con su vieja guardia.
El presidente del Real Madrid ha llamado a filas para Abertis a uno de sus hombres de mayor confianza: José Luis 'Chitín' del Valle. El secretario del consejo de ACS desde hace 33 años, consejero de todas las filiales del grupo constructor y miembro de la junta directiva del propio Real Madrid desde 2017 aterriza en esta mesa de gobierno.
El otro 'hombre de Florentino' en Abertis será Ángel García Altozano, el histórico directivo de ACS y uno de los ejecutivos de mayor confianza del presidente. García Altozano se ha encargado desde hace 25 años de dirigir en la constructora las áreas económico-financiera, desarrollo corporativo y empresas participadas.
García Altozano y Del Valle tendrán el apoyo de dos consejeros de ACS que mantienen su silla. Pedro López, consejero de ACS desde hace 25 años y vicepresidente tercero del Real Madrid desde 2013, y Marcelino Fernández Verdes. Fernández Verdes mantendrá un año más su silla y su puesto de presidente de Abertis pese a que Florentino Pérez decidió relevarle como consejero delegado de ACS en 2021. Su presidencia en la concesionaria se explica porque un 20% de la participación de la constructora española lo controla a través de la filial alemana Hotchief, donde Fernández Verdes sigue siendo todavía el máximo ejecutivo de la compañía.
Florentino chocó con Los Benetton
Los cuatro consejeros tendrán que lidiar con Los Benetton en nombre del presidente, en una relación que ha tenido sus fricciones porque Florentino Pérez ha cruzado sus intereses con sus socios italianos desde que cerró la venta al grupo francés Vinci de la división industrial de ACS. El presidente del Real Madrid se deshacía entonces del negocio más rentable de su grupo constructor por 4.902 millones de euros. Una cifra que iba destinada a ‘tapar agujeros’ y ampliar su cartera de concesiones de autopistas, como el negocio que impulsará el futuro de la compañía.
Una ambición que avivó, de nuevo, el eterno sueño italiano de Florentino Pérez y su choque histórico con el imperio de la familia Benetton. Pérez anunció en abril que tenía un acuerdo con dos de los grandes fondos internacionales de inversión, GIP y Brookfield, para lanzarse a por la mayoría del negocio de concesiones de autopistas de Atlantia.
Un deseo que no era nuevo. Como informaba Vozpópuli, el presidente de ACS sacaba entonces del cajón una operación que tiene 16 años de antigüedad. Los Benetton dieron portazo a este sueño. Los dueños de Atlantia aludieron a las "raíces italianas" de la compañía para rechazar la propuesta española. Edizione, el holding de la familia Benetton, anunció públicamente que lanzaba una oferta conjunta con Blackstone de 12.700 millones para todas las acciones que no tiene de Atlantia. Una propuesta que se lanzaba diez días después de que ACS desvelase su alianza con los dos fondos internacionales y que espera que se cierre en octubre.
El mercado interpretó también como una estrategia de frenar cualquier posibilidad de su socio en Abertis para comerle terreno en su país. Florentino Pérez considera que las concesiones de autopistas es el negocio del presente y el futuro de su constructora. Abertis es el claro brazo ejecutor de este objetivo y, por ello, ha decidido poner a su vieja guardia para no perder poder con Los Benetton.