El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha aumentado una décima su previsión de déficit público para España hasta el 4,5% del PIB, una subida que sigue la línea de una preocupante escalada deficitaria a nivel mundial, que lastra las economías a pesar de la recuperación post-pandemia.
Frente a esta subida en nuestro país, el organismo ha rebajado en siete décimas su proyección para el año próximo, por lo que estima ahora que la deuda pública española se situará en un 3,5% del Producto Interior Bruto en 2024, aunque crecerá hasta el 3,8 % en 2025.
Todos estos datos forman parte del nuevo informe sobre vigilancia fiscal publicado este miércoles por el grupo, con motivo de las reuniones de primavera del FMI y del Banco Mundial, que acogerá a lo largo de esta semana Washington (Estados Unidos).
Descenso progresivo de la deuda pública, de las más altas de la Eurozona
La deuda pública española, señalan, bajará hasta el 110,5% del PIB en 2023. Una cifra que, aunque elevada, supone un descenso notorio tras haberse llegado a un 120% de deuda en 2020, cuando la pandemia de la Covid-19 obligó a desplegar una serie de medidas fiscales que dispararon el gasto público. El Fondo prevé que el país consiga moderar su deuda en 2024 hasta el entorno del 108%, donde se mantendrá durante los próximos años.
La deuda española continuará por tanto entre las más altas de la eurozona, pero lejos todavía de las cifras proyectadas para Italia (140,3 % del PIB en 2023) o Grecia (166 %).
Con estas cifras en mente y el actual contexto de inflación, el FMI recomienda políticas de endurecimiento fiscal. Con ella se busca aliviar la subida de precios, y propone compensar estas medidas con incentivos para los colectivos más vulnerables, con tal de evitar que todo el peso de las reformas recaiga sobre las subidas de tipos de interés.
"Una política fiscal más restrictiva -al tiempo que se da apoyo dirigido a los más vulnerables- debería complementar los esfuerzos de las autoridades monetarias para llevar la inflación de vuelta a su objetivo y permitir a los bancos centrales subir menos los tipos de interés", se puede leer en el escrito. Los expertos del organismo avisan de que las perspectivas fiscales a corto plazo son "inciertas", en parte por el aumento de la inflación, que está resultando ser más persistente de lo esperado, y por la reciente inestabilidad en el sector bancario.
Escalada de los déficits a nivel mundial
"Bajo las proyecciones actuales, el endurecimiento fiscal gradual previsto no será suficiente para prevenir que las ratios de deuda pública recuperen una tendencia al alza, a medida que el Producto Interior Bruto (PIB) nominal se desacelera", ha asegurado también la institución.
El Fondo estima que los déficits públicos escalarán hasta alcanzar el 5% del PIB de media -aunque con gran variación entre países-, a medida que los gobiernos "se enfrentan a intereses más altos y a presiones para aumentar el gasto público, incluido el gasto en pensiones y salarios para llegar al nivel de la inflación".
Con todo, el experto aseguró que la probabilidad de que haya crisis de deuda pública en las economías avanzadas es "muy baja", aunque animó a las autoridades a mantenerse alerta ante los posibles riesgos, especialmente en un contexto de incertidumbre en los mercados financieros.
El organismo remarca en su informe que la situación fiscal global está sujeta a una gran incertidumbre, debido a la desaceleración del crecimiento y a la política de tipos altos de muchos bancos centrales para poner coto a la alta inflación.