El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo a España al frente del crecimiento en la zona euro con un 2,1% en 2019, una décima menos que lo previsto en enero, pero por encima de las proyecciones de los socios europeos, que bajó en tres décimas al 1,3%, por el agudo recorte en Alemania e Italia.
Como causas de esta ralentización en el euro, el Fondo apuntó a un "debilitamiento de la confianza empresarial y de los consumidores", la "incertidumbre fiscal" y la baja inversión en Italia, las "protestas callejeras" en Francia y el retraso en la introducción de nuevos estándares energéticos en Alemania.