España se ha convertido en la primera de la clase a la hora de hacer recortes. Ningún Gobierno ha metido la tijera en tantas áreas como el de Mariano Rajoy, según el balance sobre el ajuste que ha hecho el FMI. Y todo se ha hecho antes de que haya una petición formal de rescate. Ni siquiera Grecia, que ha sido formalmente rescatada ha aplicado el 100% de los recortes porque --según el fondo-- hay áreas en las que no ha recortado porque ha conseguido "ahorros con mejoras de eficiencia".
Esos recortes han llevado al Gobierno a argumentar que una eventual petición de rescate no supondría "una condicionalidad extraordinaria". Sin embargo, el Ejecutivo no ha reconocido en ningún momento la palabra "recorte". El FMI sí evita claramente los eufemismos y habla abiertamente de "reducciones", "recortes" y "ahorros en bienestar social" en, al menos, siete áreas:
- Reducción de beneficios sociales
- Reducción de salarios públicos
- Reducción de inversión pública
- Ahorro en el gasto en pensiones
- Ahorro en el gasto en Sanidad
España también es la única que sube todos los impuestos
España cumple por partida doble con la disciplina germana. Según el balance del fondo, España ha subido todos los impuestos posibles:
- Aumento del impuesto sobre la renta
- Aumento del impuesto sobre sociedades
- Aumento del impuesto sobre plusvalías
- Aumento de cotizaciones a la Seguridad Social
- Aumento del IVA
- Aumento del impuesto a las transacciones
- Aumento de los impuestos inmobiliarios
- Aumento de la persecución del fraude
Paradójicamente, sólo Italia ha subido también todos los impuestos que la Comisión Europea reclama.
El Gobierno ha insistido en que un rescate no implicará condicionalidad extra. A la luz de las conclusiones del Fondo, podría ser verdad porque no parecen quedar más terrenos en los que recortar.