¿Qué consecuencias tendría para los inversores una hipotética salida de Reino Unido de la Unión Europea o 'Brexit'? La celebración del referendum el próximo mes de junio en el que los británicos decidirán su permanencia dentro de las estructuras comunitarias será la enésima prueba de fuego que deberán afrontar los inversores este año. Aunque aparentemente se da por descontado que finalmente se llegue a un acuerdo entre el Gobierno de David Cameron y el resto de países de la UE, con concesiones para favorecer el voto del sí, las firmas de inversión han comenzado hace tiempo a analizar detenidamente cómo podría afectar a las carteras una victoria del 'no'.
Michael Clements, gestor de los fondos Oyster European Opportunities y Oyster European Selection de SYZ AM, asegura que "un escrutinio en favor de la salida de la UE podría suponer que los inversores estuvieran menos dispuestos a financiar el gran déficit por cuenta corriente del Reino Unido, lo que haría peligrar su reciente estabilidad económica. Ese golpe podría ocasionar una reacción adversa en cadena, con una fuerte caída de la libra esterlina, un deterioro de la trayectoria de crecimiento del PIB y un posible aumento del riesgo nacional, entre otras consecuencias fundamentales".
El gestor explica que existen tres tipos de empresas que podrían correr diversa suerte según el resultado:
- Empresas con domicilio y principal fuente de ingresos en Reino Unido. En caso de 'Brexit', estas empresas se verán afectadas por un desplome de la confianza empresarial, que causaría una mayor caída del crecimiento, un menor poder adquisitivo del consumidor británico y el endurecimiento de las condiciones de financiación. La banca británica es sensible al ciclo económico y cabe presumir que se vería castigada al igual que los demás valores cíclicos. Un encarecimiento de los bienes a la venta debido a la depreciación de la libra también afectaría al sector minorista británico, cuyas cadenas de aprovisionamiento son internacionales por definición.
- Empresas con domicilio en Reino Unido y principal fuente de ingresos en el extranjero. Estas empresas ofrecen oportunidades interesantes, señala Clements. "Inicialmente, es posible que se vieran afectados por la pérdida de confianza. Sin embargo, la depreciación de la libra que un 'Brexit' podría causar incentivaría los ingresos en divisa extranjera, por lo que una desaceleración del crecimiento les perjudicaría menos que a valores más dependientes del negocio doméstico. El gran riesgo a la baja sería una pérdida de competitividad", subraya.
- Empresas con domicilio en la zona euro e ingresos procedentes de Reino Unido. En caso de 'Brexit', dichas empresas podrían sufrir un menor crecimiento del PIB y un efecto negativo de cambio de los ingresos en libras en su conversión a euros, a juicio del gestor de SYZ AM. "Si tienen oficinas en Reino Unido, ahorrarán costes, pero si los ingresos procedentes del Reino Unido son superiores a ellos, el resultado neto será negativo", concluye.
Para Paul O'Connor, co-responsable del área de Multi-Activos en Henderson Global Investors, asegura que los principales sondeos de opinión muestran que la intención de voto favorable a la permanencia en la Unión ha disminuido desde el verano pasado, y algunos de ellos ya dan por ganadora la salida de la UE. "Si bien no creemos que existan motivos para descartar ese mensaje general, sí nos preguntamos en qué medida debemos tomarnos en serio los sondeos en estos momentos, dado que, en realidad, la campaña sobre el referéndum no ha empezado aún y la población británica no está en absoluto involucrada en el debate", advierte.
"Cabe destacar que las encuestas telefónicas sitúan las posturas de permanencia y salida de la Unión en un 60%-40%, respectivamente (sin tener en cuenta a los votantes indecisos), mientras que las encuestas online arrojan un 50%-50% aproximadamente. Si bien los académicos y las firmas que realizan los sondeos no se ponen de acuerdo sobre cuál sería la metodología más fiable en el caso del referéndum, nosotros coincidimos en que las personas más comprometidas políticamente podrían estar demasiado representadas en las encuestas online, mientras es probable que las encuestas telefónicas sean más precisas, tal y como sucedió en las últimas dos elecciones generales y referendos en el Reino Unido", apunta.
"Nuestra hipótesis es que la opción de la permanencia ganará apoyos cuando la campaña se inicie en serio y buena parte del Partido Conservador se unirá al bando del primer ministro, los otros grandes partidos políticos y el sector privado en defensa de la permanencia del Reino Unido en la UE. Por supuesto, existen numerosas amenazas para esta hipótesis. Cualquier acontecimiento que socave la estabilidad de la UE podría hacer que los votantes se decantaran por la salida. La crisis de los refugiados probablemente sea el mayor riesgo a este respecto. Es un tema que atrae cada vez más la atención de la población en el país y podría acaparar no sólo los titulares mediáticos en la carrera hacia el referéndum, sino también ejercer una influencia sobre su resultado", afirma O'Connor.