Las gestoras extranjeras viven un momento dulce en el mercado español. Durante estos años de crisis han aprovechado la falta de especialización de las firmas nacionales para ofrecer una gama más competitiva al inversor institucional. Los clientes más conservadores de banca privada y personal, que habían buscado la rentabilidad en depósitos y otros productos similares, han vuelto a poner su atención en los fondos de nuevo, debido a la escasa remuneración que pueden encontrar hoy día en las imposiciones a plazo fijo.
La reestructuración del sector financiero en España ha coincidido con el resurgir de una industria de inversión que está en pleno proceso de reconversión. Dejados atrás los años en que los fondos garantizados dominaban las ventas y sustituidos éstos por sus 'clones' los fondos con objetivo de rentabilidad, algunas gestoras nacionales intentan que sus clientes den un cambio a su perfil de riesgo para competir con fondos de gestión más activa, apoyados en un ciclo económico en el que no se pueden esperar retornos atractivos sin asumir algo de riesgo.
Las gestoras extranjeras han sabido anticiparse a esta coyuntura, sobre todo porque sus clientes, al ser inversores institucionales, demandaban fondos de firmas con prestigio y con una trayectoria de éxito en su gestión. Pero no solo las más reconocidas han aprovechado esta situación: son varias las gestoras que han registrado sus fondos en España durante los últimos años, cuyos nombres sí que son familiares para los selectores de fondos de las entidades y los asesores patrimoniales.
Los grandes nombres del sector juegan con la ventaja de contar con potentes equipos de ventas y presupuestos de marketing para atender las necesidades de información de sus clientes. Pero la tendencia hacia una mayor especialización es imparable. Prueba de ello es que las firmas internacionales gestionan ya activos en España por valor de 72.000 millones de euros, según los datos del primer trimestre del año de Inverco, una cifra que representa más del 40% del patrimonio total de los fondos de las gestoras españolas.
Hay que tener en cuenta un dato relevante: de las 30 gestoras extranjeras que proporcionan datos a Inverco (las principales del sector a nivel internacional), 19 superan los 1.000 millones de euros en acivos bajo gestión en sus fondos, mientras que de las 80 gestoras nacionales, únicamente 27 firmas superan esta cifra. De hecho, solo 59 gestoras nacionales rebasan los 100 millones de euros en activos. Y tres grandes grupos se reparten casi el 45% del patrimonio total.
Entre las gestoras extranjeras, la tarta está más repartida, pues aunque BlackRock lidera este grupo con 9.208 millones de euros, gracias a su división de fondos cotizados, si exceptuáramos los ETF su cifra de gestión de activos rondaría los 5.400 millones de euros. Le sigue en este ranking JP Morgan, que maneja 7.505 millones de euros, sin contar los 1.089 millones que gestiona a través de sicav, fondos monetarios y fondos de fondos de inversión libre registrados en España.
A continuación se sitúa M&G, con 5.664 millones de euros; Fidelity, con 3.959 millones; Invesco, con 3.461 millones; Amundi, con 3.375 millones de euros; Franklin Templeton, con 3.186 millones: y Deutsche Asset and Wealth Management, con 2.903 millones de euros en activos bajo gestión de sus fondos.
Las gestoras extranjeras que cuentan con presencia en España desde hace muchos años no solo se dedican a la comercialización de los fondos de su firma matriz, sino que en muchas ocasiones cuentan con gestora propia para dar un servicio más personalizado y a la medida del cliente español, con fondos monetarios o garantizados, y también para la gestión de las sicav. Deutsche A&WM se colocaría en tercera posición de la clasificación anterior si se englobaran los 2.317,7 millones de euros que maneja en fondos de inversión registrados en España y sociedades de inversión. Y en este ranking entrarían entonces firmas como Barclays, con 3.319 millones de euros, y UBS, con 2.619 millones.
