La incertidumbre política que ha sobrevolado España a lo largo de 2015 y que continúa su proceso en este 2016 parece haber tenido un especial efecto en la economía. En 2015 los inversores sacaron de nuestro país un total 70.200 millones de euros, una cifra que contrasta con los 5.600 millones que se invirtieron en 2014. Esta fuga de capitales sufrida durante todo el año electoral ha tenido su punto álgido en el mes de diciembre, mes de las elecciones generales, cuando los inversores retiraron de España 19.000 millones.
Es el peor dato de salida de capitales desde 2012, cuando 247.172 millones fueron retirados durante el ejercicio
La salida o entrada de capitales es un saldo que resulta de tener en cuenta lo que los inversores españoles invierten fuera del país y lo que los extranjeros destinan a España en ese mismo periodo. En el desglose de los datos publicado por el Banco de España, los 70.200 millones que los inversores sacaron de España en 2015 se produjeron por la retirada de 21.300 millones en las inversiones directas, y el resto en otras inversiones (préstamos, repos y depósitos), según recoge Europa Press.
En inversiones de cartera, los inversores también sacaron de España 700 millones de euros durante el año pasado y únicamente en derivados financieros invirtieron en el país 600 millones de euros. De esta forma, la posición deudora neta del Banco de España frente al exterior registró en 2015 un aumento por importe de 40.600 millones de euros. El importe sacado de España por los inversores en 2015, inferior al que retiraron en 2012 (247.172 millones), contrasta con los 5.600 millones que invirtieron un año antes y más aún con los 73.600 millones de euros que trajeron a España en 2013, gracias a la mejora de la economía española y la mayor confianza en la misma.
Superávit en la balanza de pagos
El Banco de España también informó este lunes que la balanza de pagos por cuenta corriente registró un superávit de 16.700 millones de euros en 2015 el 63,7% más que en 2014, y suma así tres años consecutivos de saldo positivo. Esta evolución positiva de la balanza de pagos, que mide las transacciones de bienes, servicios, rentas y transferencias de España con el exterior, se explica por el aumento del superávit de bienes y servicios, que sumó los 27.400 millones de euros el año pasado, impulsado, sobre todo, por el turismo y los viajes. Asimismo, el saldo positivo de la balanza de pagos se vio favorecido por la disminución del déficit de las rentas primarias y secundarias, que fue de 10.700 millones de euros, 5.000 millones menos que en 2014.
Dentro del capítulo de bienes y servicios, el turismo registró un superávit de 35.300 millones de euros, prácticamente el mismo que tuvo en 2014 (35.400 millones). En términos acumulados, en 2015 la economía española presentó una capacidad de financiación por importe de 22.700 millones de euros, superior a la acumulada en 2014, que alcanzó los 14.700 millones de euros.