Los hosteleros españoles han sufrido otro revés, esta vez por el pago de los impuestos aplazados. Los dueños de bares y restaurantes han tenido que hacer esta semana un doble desembolso, puesto que a los impuestos del tercer trimestre, que había que pagar este 20 de octubre, se han sumado también los de los primeros tres meses del año, aplazados desde entonces.
En este sentido, y pese a que estos establecimientos están sufriendo todavía fuertes restricciones en todas las comunidades, se ha terminado el tiempo. Con los establecimientos cerrados durante varios meses, los ingresos de los bares y restaurantes fueron nulos durante el confinamiento, por lo que el decreto-ley aprobado por el Gobierno permitió en abril postergar durante seis meses pagos en conceptos retenciones del IRPF, cuotas repercutidas del IVA y el pago fraccionado del impuesto de sociedades. La mayoría de estos impuestos ya no admiten retrasos sin incurrir en intereses de demora.
"Ahora se puede solicitar otro aplazamiento, pero solo del IVA; el resto, no hay manera de retrasarlo", explican fuentes fiscales de Hostelería Madrid. Por eso, los empresarios del sector denuncian que no les salen las cuentas. "No hemos recuperado todavía el negocio, muchos estamos intentando salvar parte del negocio por el delivery", cuenta un hostelero madrileño, que apunta a que las facilidades para realizar estos pagos tampoco están llegando ya desde las entidades bancarias.
Una situación que se reproduce "de forma generalizada" en todo el país, apuntan desde la patronal Hostelería de España. Según las estimaciones de la patronal, el pago de estos impuestos supone aproximadamente el 10% de los gastos fijos que asume cada local, por lo que su relevancia "es considerable".
Desde las asesorías fiscales, por su parte, venían alertando de esto: "Nosotros les recomendamos que se lo pensaran muy bien antes de solicitar el aplazamiento, porque se les iban a juntar los plazos; quien pudo, lo pagó entonces, pero en algunos casos no fue posible", explican.
Restricciones en todo el país
El sector de la hostelería es, sin duda, uno de los grandes afectados por la crisis del coronavirus, y en el que las restricciones impuestas por el Gobierno son más fuertes. Así las cosas, a las limitaciones horarias y de aforo se suman estas semanas los cierres decretados durante 15 días para todo el sector hostelero en comunidades como Cataluña o Navarra.
Unas medidas consideradas "injustas" por Hostelería de España que, basándose en los últimos informes de Sanidad, recalca que el sector de los bares y restaurantes representan el 3,5% de los casos de covid-19 desde mayo, frente a los que se producen en reuniones familiares y de amigos en domicilios, que suman el 14,2%.
"Los planes sin evidencia científica puestos en marcha hasta ahora, que además no han ido acompañados de medidas compensatorias, han provocado el derrumbe de la hostelería en España: se estima que un total de 100.000 establecimientos cerrará si se mantienen las medidas que ahora se demuestran inconsistentes, lo que conllevará la pérdida de un millón de puestos de trabajo, que se suman a los 400.000 empleos que ya se han destruido", advierten desde Juntos con la Hostelería, que engloba a FIAB, Hostelería de España y AECOC.