La tragedia que se vivió el pasado martes en Génova (Italia) aún no ha terminado. Ahora queda revisar todos los daños colaterales que tendrá la caída de parte del puente y el primer golpe ya se le ha dado a su concesionaria en Bolsa.
Atlantia, a primera hora del jueves ni siquiera dio un precio de salida y cuando comenzó a cotizar sus acciones se desplomaron un 23%, lo que arrastró a todo el selectivo de Milán y también contagió a ACS, compañía con la que comparte el mandato de Abertis.
Aunque la empresa de Florentino Pérez no tiene nada que ver con este viaducto, el mercado interpretó que su relación con Abertis podría acarrear ciertas pérdidas, ya que esta última sí opera en Italia.
No obstante, la caída del 5% fue una sobrerreacción del mercado porque finalmente cerró con un retroceso del 2%, más razonable teniendo en cuenta lo implicada que está ACS en esta catástrofe.
Por otro lado, las otras concesionarias italianas si han visto reducido se precio en Bolsa y con más motivos. Societa Iniziative Autostradali e Servizi cerró con una descuento superior al 7% y ASTM, con uno por encima del 10%.
En España, dejando a un lado ACS, hay otras dos compañías que han salido damnificadas ante este derrumbe. Y son Ibercaja y la sicav de Alicia Koplowitz. Ambas son las gestoras que más exposición tienen a cierre del segundo trimestre en Atlantia.
Las inversiones de los fondos
Ibercaja, en su fondo Ibercaja Crecimiento Dinámico tiene una posición valorada en 11,7 millones de euros. Luego, en otro cinco fondos más, acumula una inversión de 8,9 millones de euros.
La sicav de Alicia Koplowitz, Morinvest, tiene una apuesta de 2,9 millones de euros, que supone un 0,53% de la cartera. GVC Gaesco, por otro lado, en su fondo 300 Places WorldWide tiene una participación que suma el 4,97% de su cartera, unos 1,9 millones de euros, según los registros de la CNMV.
Atlantia advirtió en la sesión de este jueves que la apertura de un procedimiento para la revocación de las concesiones -por parte del Gobierno- acarrearía una indemnización y tendría consecuencias para los accionistas.
A lo que el vicepresidente y ministro de Desarrollo Económico y Trabajo, Luigi di Maio, aseguró que hay motivos para que el Estado no tenga que pagar ninguna indemnización, "Ante 40 muertos no existen cláusulas", añadió Di Maio en una entrevista a la emisora "Radio24".