El Gobierno quiere hacer de la reducción de la deuda en términos de PIB el eje central de su política económica no solo hasta 2027, cuando finaliza la actual legislatura, sino hasta 2031, cuando finalizaría la siguiente, suponemos que en la confianza de que Pedro Sánchez seguirá al frente del Ejecutivo.
El Gobierno acaba de remitir a la Comisión Europea el Plan Fiscal y Estructural de medio plazo para cumplir con el nuevo marco de gobernanza económica y fiscal de la Unión Europea. En la referencia del Consejo de Ministros se pone el objetivo en la reducción de la deuda en términos de PIB al 98,4% en 2027, y al 90,6%, en 2031, bajo determinados escenarios. En el caso de mantener la actual política fiscal, la relación deuda/PIB se quedaría en el 99,4% en el año 2027, y en el 99,9% en 2031. En ninguno de los 68 folios explicativos del Plan el Gobierno habla de los valores absolutos en los que podría situarse la deuda en los horizontes analizados.
La actual deuda del Estado en circulación asciende a 1,373 billones de euros, de acuerdo con los datos de la Dirección General del Tesoro del mes de julio, los últimos publicados. De momento no se aprecia ningún riesgo en las colocaciones de subastas mensuales. En la última, de obligaciones a 10 años del mes de septiembre, se colocaron en el mercado títulos por valor de 3.371 millones de euros, pero la demanda alcanzó los 6.958 millones, más del doble. Esta situación se repite en todos los plazos de amortización. En el caso de las Letras a 3 meses, la demanda multiplicó por cuatro la oferta: 1.542 millones para un adjudicado de 465 millones.
Y es que los inversores no residentes siguen confiando en la deuda española y viendo atractivas sus rentabilidades, a pesar de que se están reduciendo a medida que los tipos oficiales del BCE bajan. Atrás quedaron las dudas del verano de 2012, cuando España se acercó como nunca al rescate de su economía por parte de la Comisión Europea y el FMI.
Según los datos del Tesoro Público correspondientes al mes de julio, los extranjeros tenían en su poder el 43% de toda la deuda española en circulación. Exactamente, por valor de 591.040 millones, después de haber adquirido títulos por importe de 64.029 millones en los últimos doce meses, lo que ha engordado su cartera un 12,15% más. Es un nivel alto, pero no el máximo que han alcanzado los inversores foráneos. En 2019 llegaron a tener cerca del 49% de toda la deuda española, aunque con 100.000 millones expuestos menos que en la actualidad.
Evolución de la deuda
Entre los meses de julio de 2023 y julio de 2024, la deuda española en circulación ha aumentado en 77.139 millones de euros, un 5,95% y cerca de 100.000 millones desde enero de ese mismo año. Según las previsiones del Gobierno, 2024 acabará con una ratio deuda/PIB del 102,5%, dos puntos y medio porcentuales menos que en el ejercicio precedente. Pero, como señaló en su momento el Banco de España, en el caso de la reducción de la ratio en 2022 en 5,2 puntos porcentuales se explica, exclusivamente, por el crecimiento del PIB nominal, que redujo el cociente en 10,8 puntos. Esta explicación sirve para justificar los descensos de 2023 y 2024: un denominador mayor.
Los bancos españoles han sido los segundos compradores de la nueva deuda emitida en los últimos doce meses. Tienen en total 182.978 millones de euros, el 13,83% del total, tras haber adquirido en este periodo títulos por importe de 16.785 millones de euros más. Compañías aseguradoras, particulares y Administraciones Públicas han sido los inversores que más deuda han adquirido desde el verano del pasado año. Las aseguradoras han incrementado su cartera de deuda en 5.215 millones de euros, hasta disponer de 92.250 millones, el 7,10% de la deuda total.
Inversores particulares y Administraciones Públicas han sido la gran sorpresa de la deuda española, aunque su participación relativa en la cifra final sigue siendo mínima. Las familias han comprado en estos doce meses analizados 9.691 millones de euros, un 47,5% más de lo que tenían. Atesoran ya 30.105 millones de euros, apenas el 2,19% de toda la deuda emitida, pero lo tienen invertido a corto plazo: el 91% está en Letras del Tesoro, a entre tres y doce meses.
En el caso de las Administraciones Públicas, la deuda ha sido un buen recurso para invertir con seguridad. Hoy mantienen 28.424 millones de euros, el 2,07% del total, pero han adquirido títulos en los últimos doce meses por importe de 7.271 millones, y han aumentado su cartera en un 34,4%. Alrededor de la quinta parte de su inversión corresponde también a Letras del Tesoro.
Las ventas de deuda han tenido como protagonistas al Banco de España y los fondos de inversión. El banco central ha reducido la tenencia de deuda en 20.676 millones de euros, en línea con la política monetaria del Banco Central Europeo, que lleva reduciendo el tamaño de su balance en 2023 y el año en curso. A pesar de todos, el segundo tenedor de deuda española, con 386.407 millones de euros, lo que equivale a hablar del 28,15% del total.
El Banco de España no fue un actor principal en la compra de deuda hasta el año 2015, cuando pasó de tener títulos por valor de 29.397 millones, el 3,82% del total en 2014 (un nivel que había mantenido más o menos estable desde el año 2005), a disponer de 71.160 millones (el 8,60%) en 2015, y 138.590 millones, el 15,99%, un año después.