Las cumbres de las montañas rocosas que rodean el valle de Jackson Hole (Wyoming) no contarán, por primera vez desde 1982, con la habitual presencia de los banqueros centrales, encabezados por el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, que ejerce de anfitrión en el conclave anual que durante el último fin de semana de agosto han venido celebrando en esta estación de montaña y que por primera vez, a causa de la pandemia de la covid-19, se celebrará de forma telemática.
La edición de este año del simposio de Jackson Hole, la última durante el actual mandato de Donald Trump y cuya extensión ha sido acotada a las sesiones de hoy y mañana, tiene como 'leitmotiv' 'Navegando la próxima década: implicaciones para la política monetaria' y pretende reflejar las principales preocupaciones de los banqueros centrales en los próximos años, después de que el coronavirus haya trastocado completamente las expectativas a corto plazo de la economía mundial.
La reunión será inaugurada hoy, como es tradición, con un discurso del actual presidente de la Fed, muy esperado por los mercados en una semana de poca actividad debido a las vacaciones estivales y que podría marcar el tono del arranque del curso económico en septiembre.
Banqueros que participarán en el Jackson Hole
Entre los banqueros centrales que tomarán parte de manera virtual en los distintos eventos, destaca la intervención prevista para el próximo viernes del gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, en la que se espera que arroje mayor claridad sobre la posible respuesta de la institución a la recesión del Reino Unido, la mayor de las economías avanzadas, con una contracción del PIB del 20,4% en el segundo trimestre.
Por su parte, Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), quien ha acudido en otras ocasiones al evento como presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), no tomará parte este año en las reuniones, aunque el banco central de la zona euro estará representando a través de su economista jefe, el irlandés Philip Lane, y los ejecutivos Isabel Schanbel y Fabio Panetta, que tienen previsto intervenir tanto el jueves como el viernes.
Desde 1978, el Banco de la Reserva Federal de Kansas City ha patrocinado un simposio para abordar los problemas a los que deben hacer frente las economías de Estados Unidos y el resto del mundo. A partir de 1982, dicho cónclave se celebra en Jackson Lake Lodge, dentro del Parque Nacional Grand Teton (Wyoming).
En su edición de este año, el encuentro girará en torno a los problemas que los encargados de formular las políticas monetarias esperan encontrarse durante la próxima década, después del impacto de la pandemia de coronavirus en las perspectivas a corto plazo de la economía mundial y tras las respuestas de política fiscal y monetaria.
"La eficacia de las respuestas políticas y las perspectivas de recuperación tras el confinamiento de las economías de todo el mundo siguen siendo muy inciertas. A largo plazo, el lento crecimiento económico y las tasas de interés históricamente bajas que precedieron a la pandemia plantean desafíos adicionales para los responsables políticos", señala la organización del evento.
En este sentido, a pesar de la incertidumbre reinante, se espera que persista un crecimiento lento y tasas bajas y dichas expectativas juegan un papel clave en las decisiones que se toman hoy que, a su vez, pueden reforzar la dinámica de crecimiento lento y tasas bajas.
"Por lo tanto, comprender cómo las bajas tasas de interés se relacionan con un crecimiento lento, cómo los hogares y las empresas forman expectativas y cómo los cambios en esas expectativas afectan la actividad económica es de vital importancia para los banqueros centrales a medida que desarrollan estrategias para cumplir con sus mandatos", señalan desde el Banco de la Reserva Federal de Kansas City.
