Es uno de los siete proyectos aprobados recientemente por el Ministerio para la Transición Ecológica y la Junta de Castilla y León –junto a las alcaldías de Ponferrada y Cubillos del Sil, la Universidad de León– y en la que participan Endesa en alianza con Urbaser, una empresa de gestión medioambiental que, aunque de origen español, es ya de propiedad china, mercado el de este país especialmente relevante en lo que al coche eléctrico se refiere.
Ambas empresas pondrán en marcha en Cubillos del Sil (León) –municipio en que se ubica la central de carbón de Compostilla que se ha cerrado– la primera planta de reciclaje de baterías de vehículos eléctricos en la península, que contará con una inversión de 13 millones de euros. Según ha informado la compañía eléctrica, la planta entrará en operación a finales de 2023 y nace al amparo del Plan Futur-e de Endesa, con el que la compañía paliará el final de la operación de la central térmica de Cubillos del Sil, que ya se encuentra en proceso de desmantelamiento.
La empresa conjunta formada por Endesa y Urbaser gestionará la recogida de baterías eléctricas en España y Portugal, su almacenamiento temporal y su transporte a Cubillos del Sil para su posterior tratamiento. En las nuevas instalaciones de Cubillos del Sil, serán adaptadas para su reutilización aquellas baterías que admitan esta operación, por lo que producirá también baterías para ser utilizadas en modelos eléctricos.
Aquellas que no puedan ser reconvertidas serán descargadas eléctricamente, desmontadas y sometidas a un proceso de separación y trituración que permitirá reciclar los materiales como plásticos, aluminio y cobre, así como el 'black-mass' , esta sin duda uno de los procesos más interesantes, pues se trata de la fracción rica en metales estratégicos, de gran valor en Europa, como son el cobalto y el níquel, ambos esenciales para la fabricación de nuevas baterías.
8.000 toneladas de baterías al año
Aunque la planta se prevé que entre en operación a finales de 2023, la actividad logística se iniciará con antelación, por lo que la recogida, el transporte y el almacenamiento de las baterías se adelantará para garantizar el volumen necesario que, en su momento, permita arrancar la planta a pleno rendimiento. Estas actividades generarán de entrada unos 50 empleos directos, aunque se espera además mucho más indirectos aún por cuantificar.
La planta satisfará la demanda de reciclaje tanto en España como en Portugal, con una capacidad de tratamiento anual de 8.000 toneladas de baterías eléctricas. Urbaser participará en la iniciativa a través de Sertego, su filial de residuos industriales, que se encargará de gestionar las veinte instalaciones de recogida desde las que se suministrarán las baterías de vehículo eléctrico a procesar en la planta de Cubillos del Sil, y dirigirá la operación y mantenimiento de esta instalación.
Los alcaldes de Ponferrada y Cubillos del Sil, Olegario Ramón y Antonio Cuellas, respectivamente, han celebrado el anuncio de este proyecto en la comarca leonesa del Bierzo, si bien han reclamado más proyectos que generen empleo para compensar el cierre de la central térmica de Compostilla II.
"La proyección de creación de empleo con estos proyectos es muy escasa", ha señalado Ramón a Efe, mientras que Cuellas respalda esta opinión y ambos mantienen la esperanza de que los proyectos seleccionados finalmente puedan constituir el origen de un futuro polo de economía circular, de proyectos energéticos y de innovación.