No es la primera vez que suena la música de una posible OPA sobre Liberbank. Una melodía que vuelven a hacer sonar los analistas tras un reciente 'roadshow' con Jesús Ruano, director financiero de la entidad. Los múltiples inferiores del banco asturiano le hacen atractivo para la gran banca de cara a la próxima ronda de fusiones, según un reciente informe del banco luso BPI. Unos movimientos en los que Liberbank puede jugar dos papeles totalmente antagónicos. De una entidad 'opable' a convertirse en el líder de una concentración de los actuales bancos regionales.
Los analistas del banco luso BPI mantienen que Ruano trasladó en estos encuentros que Liberbank "se mostró interesado en valorar cualquier oportunidad" en la próxima ronda de fusiones que terminará de recomponer el sector. En este sentido, BPI no descarta que incluso se llegue a efectuar una OPA por parte de algún competidor dados los múltiplos inferiores del banco. Los rumores sobre este movimiento bursátil comenzó a perseguir a la entidad asturiana durante el segundo semestre del pasado ejercicio.Incluso el departamento de análisis de Bankinter señalaba que Liberbank podría ser una compra interesante para CaixaBank. “El mejor momento para plantear una operación de este tipo sería después del test del BCE cuando tal vez sea menos difícil alcanzar un acuerdo en el precio de la transacción”, explicaban los técnicos del banco naranja en un informe tras el verano.
Diversos analistas cifran el precio de una posible OPA sobre Liberbank en el entorno de los 2.300 millones
Los protagonistas vuelven a repetirse. La entidad presidida por Isidro Fainé tiene a la zona Cantábrica como una de las zonas en las que quiere mejorar cuota. El nivel de penetración de Caixabank en Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha y Extremadura está lejos del objetivo del 15%. Pero no sólo es interesante para la entidad presidida por Fainé. La zona de influencia de Liberbank aúna ese volumen y rentabilidad que tanto ansía la gran banca en el secano mundo de los bajos tipos de interés. "Asturias es una zona poco explosiva históricamente en términos de crecimiento, pero genera una gran estabilidad de ingresos", explican desde el sector.
Liberbank el banco más pequeño de la Bolsa española, tiene una capitalización de unos 1.960 millones de euros y ha duplicado su precio desde su debut en bolsa en mayo de 2013 a 0,4 euros por acción. Diversos informes de analistas cifran una posible OPA en el entorno de los 2.300 millones. Sin embargo, en la entidad no parecen dispuestos a escuchar ninguna propuesta negociada por debajo de los 3.000 millones. La rentabilidad sobre fondos propios (ROE) de Liberbank cerró el primer trimestre de 2015 en un 9,2% al cierre, una de las más altas del sector. Un ratio que se pone en valor a la hora de hacer un cálculo ante una posible oferta. Además, ha reducido el coste del riesgo hasta el 0,65% a cierre de marzo frente al 1,57% del mismo periodo del año 2014.
Los analistas de BBVA, en un informe publicado antes de los resultados trimestrales, mantenían la calificación de Outperform sobre el valor y elevaban el precio objetivo a 0,90 euros por acción desde 0,85. Seguían viendo potencial alcista para Liberbank gracias a su franquicia minorista y a una a posición de capital sólida, lo que debería permitir al banco obtener uno de los mayores crecimientos anuales acumulativos del resultado financiero neto en los próximos tres años de todo el sector. En concreto el 9% entre 2014 y 2017.
Manuel Menéndez, actual consejero delegado de Liberbank, sería quien gestionara esta gran banca regional
La OPA siempre tendría que contar con el beneplácito de las cajas de ahorros propietarias (Cajastur, Caja de Extremadura y Caja Cantabria), que controlan un 46% del capital.
Sin embargo, Liberbank puede tener protagonismo, antagónico a todas luces, en la próxima reestructuración del mapa bancario español. Tampoco es una propuesta nueva, la de la concentración de los bancos regionales alrededor de una entidad. Sin embargo, a diferencia de recientes propuestas, alguna de ellas auspiciadas por el propio ministro Luis de Guindos, la actual necesidad parece convertirse ahora en virtud para alcanzar un acuerdo. En el sector se reconoce que las antiguas reticencias, centradas fundamentalmente en quién mandaría, parecen estar ahora solventadas. Incluso sería Manuel Menéndez, actual consejero delegado de Liberbank, quien gestionara esta gran banca regional.
Liberbank es la única entidad de los antiguos bancos de cajas que ya ha saltado al parqué. El resto (Unicaja, BMN, Ibercaja y Kutxabank) deben hacerlo a lo largo de 2016. La concentración alrededor de Liberbank les evitaría las incertidumbres, junto a los costes, de una salida a Bolsa. Además, las ecuaciones de canje favorecerían cumplir con una de las grandes exigencias del Banco Central Europeo: que las fundaciones bancarias reduzcan su peso por debajo del 50% del capital de los bancos y que, por ende, dejen de tener la mayoría en el Consejo de Administración.
La propuesta está bastante desarrollada entre la banca mediana. Incluso, existen planes b en caso de que cualquiera de las múltiples combinaciones aún mantengan los pesos de las diferentes fundaciones bancarias por encima de ese umbral del 50% del banco conjunto. Así, se podrían trocear las entidades, dejando partes como bancos no cotizados convertidos en filiales de la gran entidad con presencia en Bolsa.
Precisamente, la rebaja del peso de las fundaciones bancarias por debajo del 50% es fundamental para evitar que las entidades herencia de las antiguas cajas tengan que dotarse de un fondo de reserva, como obliga la ley de fundaciones bancarias, constituido al menos con un 50% del importe recibido de la entidad de crédito participada.