El largo proceso de desinversiones, principalmente por parte de las cajas de ahorros, está permitiendo dar juego a los principales bancos de negocio por parte del FROB y, por tanto, del Gobierno. Es un proceso muy amplio, que no ha terminado, y en el que han mordido casi todos. Desde las alturas se pretende repartir juego a todas las entidades, sin que ninguna se quede fuera ni haya denuncias de favoritismos.
Sin ir más lejos, el viernes se supo que la primera venta de un paquete de acciones de Bankia (entidad nacionalizada) por parte del FROB se realizó con Morgan Stanley y Deutsche Bank como brokers. Por su lado, la propia Bankia ha contratado a UBS para salir de Mapfre, a JB Capital Markets para vender NH Hoteles, a Bank of America Merrill Lynch en IAG, mientras que el último mandato conocido es el de Credit Suisse para Metrovacesa. El banco de inversión ‘global’ de Bankia es Rothschild. Antaño lo fue Lazard, firma próxima a Rodrigo Rato.
Por su lado, la colocación de Novagalicia la articuló Mediobanca, que también maneja el cuaderno de venta de EBN (en mercado no falta quien señala que esta firma ya se ha hecho con dos deals).
También españolas
No sólo hay firmas internacionales: el intento de venta de Catalunya Caixa lo está liderando N+1, mientras que la venta de su gestora la aborda GBS Finanzas. Por cierto, N+1 también tiene la orden de vender o liquidar las participaciones no cotizadas de Bankia.
Otras entidades domésticas que han obtenido algo del sector público es Arcano, que ha ganado la gestión de los fondos del ICO, aunque esto no sea una desinversión.
Bankia no sólo ha fichado a brokers para sus ventas: también ha contado con las big four. Así, la colocación de Inversis la llevó KPMG y la de Bankia Bolsa Ernst & Young.
Conviene no olvidar a JP Morgan, que está llevando todo el proceso de salida de las cajas de ahorros (Bankia, La Caixa y Kutxa) del capital.
Una operativa de equidad que no ha pasado desapercibida en mercado: todos tienen su cachito de negocio, para que no haya quejas de favoritismo, como sí las hubo en la constitución de la Sareb, liderada por PWC y Nomura. Ambas firmas guardan clara relación con Luis de Guindos, ministro de Economía. En la primera, estuvo trabajando de manera directa y su puesto fue cubierto por el jefe de gabinete de Rodrigo Rato. La segunda se hizo con gran parte del equipo de mercados de Lehman Brothers, banco que presidió el propio Guindos hasta el estallido del escándalo mundial.