La rebaja de calificación crediticia de Brasil realizada por la agencia norteamericana Standard and Poor's va a tener un impacto directo en varias de las grandes empresas españolas cotizadas con grandes intereses en el gigante sudamericano.
Telefonica, Santander, Mapfre, Repsol, Indra o Iberdrola son las más afectadas por la nota BB+, equivalente a bono basura, con perspectiva negativa para el futuro, lo que implica que pueden producirse nuevas bajadas de 'rating'. Y no se puede descartar que otras agencias de calificación internacionales sigan un camino similar, elevando aún más la incertidumbre sobre el país que acogerá el próximo año los Juegos Olímpicos con sede en Río de Janeiro.
Esta bajada de escalón hasta perder el grado de inversión no ha pillado por sorpresa a ningún analista porque la economía brasileña se encuentra estancada desde hace tiempo, con una inflación del 9,53% en los últimos doce meses hasta agosto y un déficit fiscal del 0,63% del PIB, el primero que se produce desde hace más de una década.
Los problemas políticos del gobierno de Dilma Rousseff, a raíz del escándalo de presunta corrupción en la empresa petrolera Petrobras, han impedido afrontar la recesión que sufre la economía brasileña. La caída de precios de las materias primas, la ralentización del crecimiento de China, su principal importador, han pillado al gigante latinoamericano sin las herramientas necesarias para afrontar el desafío de manera decidida.
De hecho, S&P no cree que el gobierno sea capaz de sacar adelante en el parlamento los presupuestos para el próximo año, lo que incrementaría la inestabilidad política en Brasil. Otras agencias ya han avisado de podrían revisar también su nota crediticia.
El potencial del país, que logró la candidatura para el Mundial de Fútbol de hace dos años y las Olimpiadas de 2016, atrajo a numerosas empresas españolas ya desde los años noventa del pasado siglo, y su apuesta por Brasil ha sido tan importante que ya representa el primer mercado internacional para varias multinacionales españolas, como Santander o Telefonica.
En el caso de banco presidido por Ana Botín, durante el primer semestre el mercado brasileño le reportó un poco más de 1.000 millones de euros de beneficio, por debajo de los 1.029 millones obtenidos en Reino Unido pero 236 millones más de los cosechados por el mercado doméstico español. Pese a estos resultados, el banco ha decidido remodelar su cúpula directiva en la filial brasileña para intentar mejorar sensiblemente estos datos y tener una mayor sintonía con las autoridades locales.
Para Telefonica, Brasil supone una cuarta parte de su cifra total de negocio, con 5.737 millones de euros, y ha realizado fuertes inversiones como la compra de GVT a Vivendi para posicionarse como la primera empresa de telecomunicaciones en este país. La compañía recordaba recientemente que no piensa modificar sus planes estratégicos pese a la recesión, y planean más de 7.000 millones de dólares hasta 2017.
Pero los inversores no han visto nada claro que la nota de bono basura de Brasil de S&P favorezca los intereses de las compañías españolas y les han castigado en bolsa, añadiendo más recortes de los que ya venían sufriendo en el selectivo durante las últimas sesiones. De esta forma, Santander se ha dejado un 3,31% este jueves, hasta los 5,11 euros por acción, mientras que Telefonica ha perdido un 3,63%, hasta 11,81 euros.
Y no son los únicos grupos importantes que se han visto perjudicados por la rebaja de calificación crediticia de Brasil. Mapfre también obtiene un 24% de su negocio en Brasil y mantiene acuerdos estratégicos con Banco do Brasil para distribuir sus productos en su red comercial. Y este importante peso del gigante latinoamericano le ha supuesto un lastre en su cotización, que ha caído hasta los 2,52 euros.
Para Repsol, que ya arrastraba dudas con la caída del precio del petróleo y su repercusión en la compra de la canadiense Talisman Energy, la noticia de Brasil le ha hecho aumentar la presión de los inversores bajistas, y sus títulos han caído un 3,16% hasta los 11,5 euros. No en vano, el 2,4% de su cifra de negocio procede de Brasil y Norteamérica.
Iberdrola, Indra, Abertis y Dia son otras de las empresas españolas afectadas por la rebaja de nota a Brasil a bono basura en su cotización.
