La presión de los bajistas es un asunto que en España tiene un gran peso específico. El fuerte castigo a los valores bancarios a través de posiciones cortas provocó que hace más de un mes, la CNMV y el regulador italiano prohibieran este tipo de operativa, algo que, de momento, se traduce en un repunte del Ibex del 18% desde la fecha. Este paso llegó no sólo por el hundimiento de los mercados, sino también por la fuerte presión de las empresas financieras. Sin embargo, la Reserva Federal dice que estas prohibiciones “no tienen efectividad”.
En un informe titulado “Caídas de mercado: ¿Qué se ha conseguido prohibiendo las posiciones cortas?”, la Fed de Nueva York analiza el comportamiento de las cotizaciones desde que se adoptaran estas resoluciones en todo el mundo, desde el agravamiento de la crisis a partir de 2008.
Ese marco temporal permite afirmar al supervisor estadounidense que “las evidencias sugieren que las prohibiciones tuvieron poco efecto para suavizar las caídas de las compañías financieras en Bolsa”. Por el contrario, la eliminación de este modo de operar tuvo un efecto adverso, como es el de “elevar los costes del trading en acciones y opciones, mientras las cotizaciones del contado y el futuro se desacoplaron”.
De esta manera, la Fed se muestra partidaria de “revisar la adopción de esta medida, a la luz de la última oleada de prohibiciones, incluyendo las más recientes de España e Italia en julio”. Incluso, en su última conclusión, se muestran agresivamente partidarios de permitir la operativa bajista: “desafiamos la idea de que la prohibición de cortos durante las caídas de los mercados limite sus descensos”.
Buenas prácticas
Es más, bloquear a los bajistas puede favorecer las malas prácticas, ya que, en su opinión, los espculadores bajistas a veces anticipan malas noticias sobre las compañías que si no fuera por ellos, no se conocerían, al no haber castigo en el precio. Así, los bajistas son señalados como vigilantes “en casos de fraude y manipulación de ganancias”.
Un análisis con el que, sin duda, los mercados de valores organizados estarán de acuerdo, ya que este tipo de prohibiciones les causa una merma de los ingresos por corretaje. Otros expertos también denuncian que no se puede cambiar el marco de actuación a los inversores tantas veces y con horizontes temporales tan cortos (en teoría, se volverán a admitir los cortos en octubre).
Este intervencionismo ha sido denunciado desde numerosos flancos y ya hay fondos de inversión que han anunciado el cierre, debido a que no pueden posicionarse en unos mercados alterados continuamente por decisiones de los reguladores y altas instancias, como pueden ser las prohibiciones de cortos o el anuncio de intervenciones de bancos centrales a partir de determinados niveles, algo que ‘obliga’ a las cotizaciones a subir o, al menos, no les permite caer.
Los detractores de la prohibición de cortos alegan, además, que a la larga las cotizaciones caen. Sin duda, con la mirada a largo plazo, los mercados han caído con fuerza, pero tampoco nadie puede establecer con certeza cuánto lo habrían hecho con (o sin) prohibición de cortos.
Lo cierto es que, desde que en España se han eliminado, algunas compañías, absolutamente asfixiadas por las posiciones cortas, han revivido. Se trata de valores en situación dramática casi siempre, pero los bajistas multiplicaban la dureza de su agonía.