Mientras España anda convulsionada por el escándalo de Luis Bárcenas y sus implicaciones con la cúpula del PP, incluido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; esta mañana el ministro de Economía, Luis de Guindos, decía que “ningún inversor internacional con los que hablamos me ha preguntado nunca por Bárcenas”. Una despreocupación que ha quedado patente hoy: el Ibex, que sufría descensos por la caída de las compañías energéticas, se daba la vuelta tras un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la banca nada amenazante. La deuda española también mostraba buen tono al cierre, con el 10 años recortando su tipo de interés en 9 puntos básicos, hasta el 4,27%. La prima de riesgo se estrechaba hasta 316 puntos.
“Los mercados muestran absoluta tranquilidad, ya que descuentan que en España existe estabilidad política y un gobierno con compromisos reformistas que ha tomado medidas que hacen que España encare el futuro mucho mejor”, decía Guindos por la mañana en Madrid. Y coloquialmente dejaba caer que en sus encuentros con inversores la cosa está controlada: ni le preguntan por Bárcenas ni va a haber problemas con la colocación de deuda.
Estabilidad política, que es lo que importa
Y así ha sido. La comparecencia de Mariano Rajoy en La Moncloa no ha tenido impacto en mercado, a pesar de que el presidente se ha cuidado mucho de desmentir el cobro de sobresueldos. El presidente, eso sí, ha dejado bien claro que no va a tolerar que esta crisis degenere en una crisis política y eso es lo que quieren oír los mercados. En la página web de la agencia Bloomberg, no había la menor mención a Rajoy ni a Bárcenas.
Al cierre, el Ibex finalizó en 7.855,10 puntos, un 0,13% al alza. Acciona fue el protagonista negativo del día, con un hundimiento del 8,10%, que le deja en 34,87 euros. La compañía ha cerrado por debajo de los 2.000 millones de euros en capitalización.
También cerraron en negativo Gas Natural (-2,62%), FCC (-1,90%), Técnicas Reunidas (-1,01%), Técnicas Reunidas (-1,01%), OHL (-0,98%), Arcelor Mittal (-0,87%), Iberdrola (-0,52%), Sacyr (-0,09%) e Indra (-0,05%).
En el lado contrario, la banca, que estuvo flojeando durante todo el día, reaccionó como le hubieran inyectado una dosis de adrenalina. Bankinter (+1,32%) estuvo entre las mejores compañías del día, a pesar de que cotizó durante casi toda la mañana con pérdidas. Sabadell se anotó un 1,22%, mientras CaixaBank, BBVA y Santander superaron el medio punto porcentual en positivo. El peor fue Popular, con un 0,31% en positivo.
Entre las mejores compañías de la sesión estuvieron las transportistas energéticas, penalizadas en exceso el pasado viernes. REE mejoró un 4,19% y Enagás un 2,38%.
FMI, ok
El FMI ha valorado las reformas financieras adoptadas en España y aplaude el posible techo al dividendo, una cuestión esta última bien vista por los bancos de negocio internacionales, ya que consideran que fortalece la posición de capital de la entidad y, por el contrario, no resta atractivo al sector para tomar posiciones en él. “El dividendo no es una cuestión clave para invertir en banca”, decían en Santander Global Markets a finales del pasado mes.
Así las cosas, la sesión ha sido positiva en todos los mercados, de manera generalizada. Wall Street abría con suaves avances y la mejor plaza internacional fue Milán, con un repunte del 1,12%.
De momento, el caso Bárcenas sigue sin tener peso específico en los mercados y sin duda esa es una de las principales agarraderas a las que se asirá el Gobierno, muy presionado en el plano doméstico. Pero mientras la prima de riesgo resista, Europa aplauda las reformas como lo está haciendo y los datos macro sigan dando tregua, en Génova tendrán una importante coraza.