La crisis política italiana sigue preocupando y mucho a los analistas financieros. Si ayer aparecían las primeras y nada optimistas valoraciones de firmas internacionales, las españolas son aún más alarmistas. Ahorro Corporación avisa de “dificultades de financiación a la vista”. Los expertos de la entidad señalan que “el resultado de las elecciones italianas ha abierto un panorama de incertidumbre política ante las dificultades de formación de un gobierno estable. (…) Si esta situación se prolonga podría dificultar las próximas refinanciaciones de la deuda”.
España afronta vencimientos en los próximos dos meses de casi 35.000 millones, con especial mención para abril, peor mes del año, con 22.596. Todo ello, hasta un total de 110.494 millones, como puede verse en la tabla.
A ello, hay que sumarle los de las Comunidades Autónomas (unos 15.000 millones) y las nuevas necesidades de financiación tanto del Tesoro como de las CCAA (unos 68.000 millones), lo que arroja una cifra “en torno a 194.000 millones de aquí a finales de 2013” en importe total de emisiones.
Por su lado, Italia tiene un panorama peor. En marzo y abril afronta 65.000 millones, teniendo en este último mes vencimientos por importe de 45.941 millones. Una auténtica cuesta arriba a la que la inestabilidad política no ayudará.
Los expertos de Ahorro advierten que “abril será un mes clave” y que si la crisis se prolonga “podría dificultar las próximas refinanciaciones de la deuda”. En este escenario, “creemos que las autoridades europeas actuarían para frenarlo”.
Es decir, de nuevo serían precisas declaraciones por parte de las altas esferas sobre garantías de unidad y apoyo, así como más información sobre programas de ayuda, líneas de crédito etcétera; cuando no, compras directas por parte del Banco Central Europeo (BCE).
De momento, las noticias que llegan no son alentadoras. Mientras Silvio Berlusconi sigue diciendo que la prima de riesgo es una estafa, y el cómico Beppe Grillo, líder del Movimiento 5 Estrellas, se niega a un pacto con el centroizquierda de Pier Luidi Bersani, en lo que sería la alianza más natural. A partir de aquí, esbozar un escenario de gobernabilidad se antoja cada vez más complicado.
De momento, los mercados recuperaron ayer algo de terreno del varapalo del pasado miércoles, aunque no lo suficiente. El 10 años español está en el 5,25%, mientras el activo italiano cerró en el 4,80%.
Aunque la deuda pública se está colocando, lo cierto es que hace ya más de un mes que España no emite papel corporativo, desde la última colocación de Santander. Italia ya se ha visto obligada a emitir a tipos sustancialmente más altos. Los mecanismos europeos deberán activarse, en mayor o menor medida, para tranquilizar a los mercados.