Desde que se lanzó Aura y la cuarta plataforma de Telefónica, siempre ha habido un runrún. ¿Dónde está el modelo de negocio? ¿De dónde se va a sacar el dinero? ¿Cómo se va a monetizar -maldito palabro- el concepto? Uno de los pasos más significativos en este sentido está en los asistentes virtuales de Microsoft, Google y Amazon, con Cortana, Google Assistant y Alexa respectivamente al frente.
Hace unos días se presentaba Movistar Home, el dispositivo gobernado por Aura, el asistente virtual de Telefónica, basado en los datos de los clientes del operador -cuarta plataforma-. La gran apuesta de Chema Alonso, el jefe de datos de Telefónica, y José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica. La noticia se producía sólo días después de que Google hiciese lo propio con Google Home. Lo interesante no son los cacharros en sí, que también, sino lo que llevan dentro. Son un Caballo de Troya en el hogar. Es meter al dependiente en casa.
En el modelo de Amazon Echo o Google Home la clave es el dispositivo como pasarela para que su Inteligencia Artificial conquiste el salón de casa. Para sacarle los cuartos al cliente, y no sólo por la compra del equipo. Luego veremos cómo.
Telefónica abrirá la puerta de la casa de sus clientes a sus competidores, pero no a cualquier precio. Sabe dónde está el negocio. Es ahí donde esta la clave de todo. Si quieres entrar para vender productos en la casa de mis clientes, tendrás que pagar el peaje. Caronte se hace digital y tiene la forma de Telefónica
En el caso de Telefónica, el objetivo es el mismo, pero el concepto es sensiblemente diferente. Hablan de Movistar Home como el sustituto del teléfono fijo, un cachivache con visos de regalarse. Valor añadido. No es descartable que se incluya gratis en los paquetes convergentes.
Los Amazon y Google son conscientes de esto, y es por ello que les interesa integrar sus asistentes virtuales en Movistar Home. Ven un atajo para entrar en el hogar sin vender sus altavoces. Por la vía rápida. El cliente tendría todos los asistentes en el mismo dispositivo. Ganan todos.
Para las plataformas el verdadero negocio no está en los altavoces, sino en los asistentes virtuales. Desde casa se podrá comprar con Alexa de viva voz. Hoteles, tiendas de ropa, aerolíneas o floristerías tendrán su propio chatbot desarrollado en cualquiera de las plataformas -Amazon, Google o Microsoft-. Podrán pagar y enviar un ramo de rosas o reservar una habitación de hotel sin moverse del sofá. Pedir comida a domicilio. Ordenar un Glovo o un Deliveroo, solicitar un Cabify... Todos los que desarrollan chatbots para sus negocios buscan vender más. Cada vez que se produce una interacción, Google, Amazon o Microsoft se frotan las manos. El pacto es que ellos reciben una cantidad mínima por cada interacción que se realice con un posible cliente a través de sus asistentes virtuales.
Telefónica abrirá la puerta de la casa de sus clientes a sus competidores, pero no a cualquier precio. Sabe dónde está el negocio. Es ahí donde esta la clave de todo. Si quieres entrar para vender productos en la casa de mis clientes, tendrás que pagar el peaje. Caronte se hace digital y tiene la forma de Telefónica.
Esa será una de las primeras vías de Telefónica para rentabilizar Aura, el gigantesco cajón con los datos de sus clientes. Las negociaciones entre el operador y las plataformas ya están en marcha.
Pasen el fin de semana sin pensar en el lunes, no me sean agonías. Serán mucho más felices.
