La agencia de calificación de riesgo Fitch ha decidido mantener la nota de España en notable bajo (A-) con perspectiva estable, lo que asegura que es el reflejo de una economía fuerte que ha ido reduciendo sus desequilibrios.
No obstante, Fitch señala en su informe como puntos débiles de la economía española el elevado nivel de deuda pública, el escaso ajuste realizado del déficit estructural, la alta tasa de paro y la incertidumbre asociada a Cataluña.
Se trata de la segunda revisión que Fitch hace de la calificación de España este año, después de que el pasado 19 de enero le subiera la nota un escalón tras constatar el limitado impacto de la crisis política de Cataluña en el conjunto de la economía del país.