Moody's no confía en la refinanciación de DIA. La agencia de calificación señala que LetterOne, holding del multimillonario Mikhail Fridman y principal accionista de la cadena de supermercados, sigue dejando en el aire su respaldo a la ampliación de capital anunciada por la compañía española a final de 2018.
Un escenario que es el principal culpable de que Moody's haya rebajado su calificación crediticia de DIA en un escalón, de Caa1 hasta Caa2. "Aunque las líneas para acceder a crédito -acordadas con la banca el pasado 31 de diciembre por valor de 896 millones de euros han mejorado su liquidez a corto plazo, el éxito de la ampliación de capital será clave para estabilizar su perfil de liquidez y su calidad crediticia en niveles sostenibles", han advertido los analistas de Moody's.
Este hachazo de Moody’s coloca a la cadena de supermercados como una inversión "extremadamente especulativa" y la sitúa a ocho escalones de abandonar el nivel de "bono basura". La ampliación de capital que prepara la compañía por 600 millones de euros "depende de la aprobación de al menos el 50 % de los accionistas" y, hoy por hoy en su opinión, "no está claro si LetterOne -el fondo controlado por Fridman-" dará su visto bueno a la operación, ya que si decide no participar se diluiría "sustancialmente" su participación, hoy fijada en el 29 %.
Incertidumbre
La agencia calificadora destaca que existe "incertidumbre" sobre el deterioro de su cuota de mercado en España y sobre su gobierno corporativo. Moody’s responsabiliza a los dirigentes de DIA de los "muchos errores de contabilidad" detectados, en sus cuentas de 2017 y sus previsiones para 2018. Un reto que ahora ponen encima de la mesa a DIA.
DIA cesó a Ricardo Currás del cargo en agosto de 2018 y nombró en su puesto a Antonio Coto, quien el pasado mes de diciembre fue nuevamente relevado para dar entrada a Borja de la Cierva como máximo responsable.
Por último, la agencia apunta que, incluso se produzca un éxito en la ampliación de capital se cierre con éxito, la subida de su "rating" dependerá de que la firma "estabilice sus ingresos y haya más claridad" sobre el rumbo estratégico a seguir. De momento, las acciones de la cadena de supermercados no se resienten de esta valoración y responden con caídas moderas.