La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) remitió la semana pasada al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital su informe favorable sobre la opa de Six por Bolsas y Mercados Españoles (BME). Tras cumplir este trámite, la pelota está ahor en el tejado de la ministra Nadia Calviño, quien debe ahora pronunciarse sobre la opa sobre la Bolsa española. Aunque el supervisor bendice los planes del grupo suizo, en su informe también ha incluido algunos apuntes relevantes.
Según explican las fuentes consultadas por Vozpópuli, la CNMV le ha pedido que asegure y concrete el plan industrial anunciado por la compañía. Tras conocerse la opa amistosa, Six aseguró que se comprometía a mantener durante cuatro años las actuales marcas del gestor español, sus líneas de negocio, oficinas, composición de la plantilla y la estrategia diseñada para España. Su disposición por sacar adelante la opa es tal que está dispuesto a extender estos compromisos durante más tiempo si fuese necesario.
Este interés volvió a quedar acreditado esta semana tras la presentación de resultados de Six. Durante una rueda de prensa con periodistas, Jos Dijsselhof, CEO de la gestora helvética, insistió en que su apuesta por BME es "estratégica" y "no depende de momentos coyunturales como el que estamos viviendo por el Covid-19".
De forma paralela, la CNMV le ha comunicado que cualquier decisión regulatoria que tome en España deberá contar con su visto bueno. Por ejemplo, si Six decide cerrar el sistema de bonos o hacer un cambio en el sistema de negociación para hacerlo más parecido al del mercado suizo, deberá contar con la aprobación de la entidad que preside Sebastián Albella, precisan las mismas fuentes.
Una opa amistosa
Six ofrece 33,4 euros por título (34 euros en un inicio, pero se descontó el dividendo de 0,6 euros repartido en diciembre), lo que supone una prima del 34% con respecto a la cotización de la compañía en el momento que se lanzó. Por tanto, la valoración total asciende a 2.800 millones de euros. El grupo helvético se ha puesto en manos de Linklaters, Credit Suisse, Alantra, Santander, BBVA y CaixaBank para diseñar la compra mientras que BME ha fichado como asesores a Latham & Watkins y a Morgan Stanley.
No obstante, todavía queda la incógnita de qué hará Euronext. El operador francés admitió en su momento conversaciones preliminares y no descartó en ningún momento lanzar una contraopa, una opción que todavía sigue abierta y que el gestor de origen galo estudia con Allen & Overy, Rothschild y Société Générale.