Andrea Orcel, exresponsable de banca de inversión de UBS, estudia demandar a Santander por su fichaje frustrado. Pero el banquero se está encontrando con que en España es complicado contratar a un despacho que no tenga relaciones con Santander y que no entre en conflicto de interés.
Este diario se ha puesto en contacto con algunos reconocidos despachos de abogados que han comentado que les sería imposible defender a Orcel por haber tenido algún tipo de relación profesional con Santander.
Según publica hoy el diario Financial Times, Orcel considera que tiene argumentos de peso para triunfar en una demanda planteada contra el banco presidido por Ana Botín, al contar con una carta en la que el banco aprobaría correr con los gastos de su fichaje. El periódico británico alude a las dificultades que el banquero italiano tiene para poder contratar a un bufete en España.
El primer banco español anunció el pasado mes de septiembre que era Andrea Orcel el candidato para dirigir el banco, con la intención de dar un giro internacional. Sin embargo, el 16 de enero Santander anunció la paralización del nombramiento.
La entidad financiera informó que no seguía adelante con el nombramiento al considerar inasumible tener que hacer frente en su totalidad al bonus en diferido que se había comprometido a abonar UBS, que ronda los 50 millones de euros.
Santander tendría que pagarle los últimos siete años de sueldo diferido, lo que supondría unos 53 millones de euros. Por este motivo, el banco ha decidido seguir como hasta ahora, con José Antonio Álvarez como consejero delegado.
El consejo consideró que "sería inaceptable para un banco comercial como Santander" hacer frente al coste de contratar a Orcel "a la luz de los valores de la entidad y de la responsabilidad que tienen con sus accionistas y las sociedades de los países en los que opera", explicó.
Después de que el banco Santander se echara para atrás en la contratación de Andrea Orcel, el banco suizo UBS ha descartado su vuelta. "No es una opción realista para todas las partes involucradas", defendió la pasada semana en Davos el consejero delegado de la entidad, Sergio Ermotti.
