El Ejecutivo ha planteado al Pacto de Toledo que pagará el 60 por ciento de las pensiones a los trabajadores a tiempo parcial. Y los representantes de los partidos han acogido bien la iniciativa.
Hace un mes, una sentencia del Tribunal Constitucional declaró nula la forma en que se calcula la pensión de los trabajadores a tiempo parcial al considerarla discriminatoria, sobre todo, con las mujeres.
Éstas podían estar trabajando más años de los necesarios para acreditar el derecho a una pensión, quince en la actualidad, y sin embargo quedarse sin una prestación porque no habían acumulado las horas suficientes. La proporción establecida consistía en que por cada cinco horas se brindaba 1,5 días cotizados. Es decir, podía darse el caso de que alguien hubiese cotizado durante más de 20 años a tiempo parcial y no se hubiese hecho con el derecho a una pensión.
La anulación implica que la Seguridad Social debe reconsiderar muchas reclamaciones denegadas, algo que el Ministerio ha valorado en unos 1.500 millones a los que habrá que añadir las nuevas peticiones. De modo que el Gobierno ha buscado con urgencia una fórmula que ya tiene bastante perfilada: aunque brindará un día cotizado por cada día trabajado, con el fin de evitar abusos sólo pagará el 60 por ciento de la prestación.
También con el propósito de atajar la picaresca, el Gobierno ha propuesto que se reduzca o se elimine en estos casos el complemento a mínimos, esto es, el dinero que pone el Estado para que la pensión alcance el mínimo legal.
Los partidos del Pacto de Toledo han recibido bien esta propuesta porque amplía los derechos de estos trabajadores, que al menos recibirán una prestación aunque sea baja.