Si quedaba alguna duda de la liquidación que ha hecho el PP de la reforma de pensiones del año 2013, el portavoz adjunto de la formación en la Comisión del Pacto de Toledo, José María Barrios, la ha despejado. El partido que da sustento al Gobierno no solo está dispuesto a aplazar la entrada en vigor del factor de sostenibilidad al año 2023, como ha pactado con PNV, también se ha abierto a negociar su diseño.
"Hasta 2023 tenemos tiempo para repensarlo", ha dicho Barrios en unas jornadas sobre pensiones organizadas por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), donde también ha dicho que el PP está dispuesto a pactar con el resto de formaciones un nuevo índice de revalorización que sustituya al IRP, la otra pata de la reforma de 2013. "Lo que en un momento es válido puede no serlo en otro", ha explicado.
A pesar del aplazamiento y la posible reformulación, el Gobierno pretende calcular el impacto que tendría su aplicación en las pensiones. La ministra de Empleo, Fátima Báñez, que ha participado en las mismas jornadas, ha dicho que tiene previsto hacerlo en un plazo de tiempo relativamente corto para dar esa información a los ciudadanos.
Pacto de Toledo
El factor de sostenibilidad es un elemento corrector que liga las prestaciones a la esperanza de vida y que las irá reduciendo poco a poco, puesto que se cobrarán durante más tiempo. Según algunos expertos, reducirá las prestaciones medio punto el primer año de su aplicación. La medida, aplaudida por casi todos los grupos parlamentarios, ha sido, en cambio, muy criticada por otros organismos como el Banco de España o la Comisión Europea.
El Pacto de Toledo volverá a reunirse esta misma semana para intentar pactar las recomendaciones que han de guiar la próxima reforma, coincidiendo así con el debate de la moción de censura a Mariano Rajoy presentada por el PSOE. Eso sí, las posturas siguen alejadas y el acuerdo para difícil, sobre todo ahora que el escenario político se ha complicado tanto.
Báñez espera las recomendaciones antes de verano y descarta nuevos impuestos además de la tasa Google
La ministra, en cambio, es optimista y sigue manteniendo que espera que los grupos sean capaces de pactar las recomendaciones antes del verano para presentar una nueva reforma en 2018. Cree que hay muchos puntos de encuentro y que el acuerdo es posible.
Por otro lado, ha descartado que el Gobierno esté preparando nuevos impuestos además del impuesto a las grandes tecnológicas para pagar las pensiones. Reconoce que ha hablado con el PSOE de su propuesta del impuesto a la banca, igual que habla con otros partidos de sus propuestas, pero de momento no hay ninguna figura tributaria nueva sobre la mesa.
