El comercio se agarraba a las rebajas como una de sus grandes esperanzas, pero lo cierto es que, en los primeros compases, no puede tirar cohetes. Una semana después del inicio "oficial" de estos descuentos, los establecimientos que anuncian rebajas en sus escaparates ya dan por hecho que este periodo no va a poder empujarles demasiado.
Tanto es así que, según los datos que ya maneja el sector, a los que ha tenido acceso Vozpópuli, las tiendas esperan una caída de ventas de cerca del 20% respecto al mismo periodo del año anterior.
Un porcentaje nada halagüeño que se produce tras meses con la persiana bajada y que afecta sobre todo al sector textil, frente a otros comercios como el de equipamiento para el hogar, que está viendo cómo su negocio florece en los últimos meses.
No en vano, según la patronal que representa al pequeño y mediano comercio, la CEC, un 20% del comercio de España no llega a septiembre, bien porque no ha podido abrir tras el estado de alarma, bien porque "no va aguantar estos meses con tan poca actividad".
Rebajas sin efecto
Así las cosas, para Eduardo Zamácola, presidente de la patronal del textil Acotex, los comercios "no han visto que haya habido gran repunte de las ventas". "Con el desconfinamiento, hubo mucha promoción y rebaja agresiva. Nosotros dijimos que era un error, porque a medida que pasan los días tienes que ir aumentando tu nivel promocional", apunta Zamácola. Por eso, el efecto "rebajas" apenas se ha notado, apunta este experto.
En esta línea, Zamácola explica que esta primera semana de rebajas no ha sido "nada excepcional". Primero, por la situación de la economía en general, marcada por la incertidumbre y el ahorro; segundo, por el miedo a un posible rebrote, que "afecta a las ganas de salir a comprar"; tercero, explica, porque la gente "no se habitúa a salir a comprar con mascarilla, a pasar tiempo en esa tienda… sino que la gente va, entra, y sale. No está cómoda".
En esta tesitura, para el presidente de la patronal del textil, la estrategia de los comerciantes "está siendo totalmente cortoplacista". "Piensan cómo puedo aguantar, cómo puedo tirar día a día...", explica, al tiempo que señala que firmar nuevos contratos ahora es "tremendamente complicado".
Con todo, las próximas semanas serán decisivas para comprobar si el periodo de rebajas ha funcionado como salvavidas y si el comercio puede coger algo de aire.
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