El acuerdo es inminente, aunque todavía queda una semana para cerrar los últimos flecos. El Gobierno, representado por los ministerios de Economía e Industria, la Junta de Andalucía y los acreedores ya tienen un plan para el rescate de Abengoa. Una inyección de capital que, según confirman fuentes internas, estaría liderada por el Instituto de Crédito Oficial (ICO), con los fondos de la Junta de Andalucía y los avales de la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce).
Con esta base de capital público, los grandes acreedores han aceptado entrar. La banca acreedora, que lideran Santander, Bankia y Calyon (Credit Agricole), que son los más expuestos en la deuda de Abengoa, participarán en este plan de rescate, que rondaría los 175 millones de euros con el aval de Cesce.
Este 'top 3' de acreedores ha buscado desde el primer momento sumar a otras entidades, como BBVA, Caixabank y Bankinter, al rescate. Estas participaciones minoritarias, según apuntan, serían alguno de los puntos pendientes en el acuerdo. A esta cifra habría que sumarle otros 75 millones que entrarían a través del ICO y de la Junta de Andalucía.
En total, 250 millones de oxígeno financiero para Abengoa. El principal objetivo de esta inyección de capital sería el pago de las 14.000 nóminas que el grupo andaluz tiene por el mundo, cerca de 2.500 en España. Según adelantaba Invertia el pasado viernes, el propio presidente de la compañía, Gonzalo Urquijo, habría comunicado a través de una carta a sus trabajadores la cancelación de la paga extra de verano por la situación que vive la empresa.
Aunque, como añade esta información, el ejecutivo del gigante sevillano ha transmitido en esa misiva un mensaje positivo de cara a la negociación con el Gobierno, la junta y los acreedores. En este sentido, este rescate es clave para que Abengoa pueda volver a poner en marcha su maquinaria y pelear por nuevos contratos que hagan sostenible su futuro.
"Demasiado grande para caer"
Todas las fuentes consultadas por Vozpópuli reconocen que las negociaciones pueden resolverse en "las próximas horas". "Desde el inicio de la negociación, hace unas semanas, tanto los bancos como el Gobierno, hemos utilizado el término de too big to fail (demasiado grande para caer)", explican fuentes financieras implicadas en la negociación de Abengoa.
Aunque los bancos también han tenido muy claro en este nuevo rescate de la compañía de ingeniería con sede en Sevilla que ellos no iban a ser los que más pagarán. Según detallan, consideran que ya arrastran mucho riesgo en los cerca de 6.000 millones de deuda que acumula Abengoa y no quieren liderar la nueva ronda.
La agonía de la empresa se arrastra desde 2015, cuando Abengoa estuvo a punto de la mayor quiebra jamás vista en España y la evitó tras renegociar su deuda, próxima entonces a los 9.000 millones. Este gigante de la ingeniería recurre ahora a la ayuda estatal y de sus prestamistas para salvarse, de nuevo, sobre la bocina.