La familia de Rodolfo Martín Villa está de los nervios por el empeño del exministro y expresidente de Endesa de viajar el próximo mes a Argentina para declarar en el proceso seguido en el país por crímenes del franquismo.
La juez María Romilda Servini, a cargo del Juzgado Federal número uno de Buenos Aires, investiga crímenes franquistas cometidos entre el 17 de julio de 1936 y el 15 de junio de 1977.
Martín Villa (León, 1934), ministro entre los años 1975 y 1981, vicepresidente del Gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo hasta 1982, es uno de los 15 acusados reclamados por la jueza Servini, hace ya cinco años.
"La familia está preocupada, claro, no porque le declaren culpable o algo, sino porque todo pueda complicarse, y más con el nuevo Gobierno argentino", comentan fuentes del entorno de Martín Villa. "Está decidido a ir a declarar, dice que se siente un hombre de la Transición y que no se trata de defenderse así mismo, sino a su tiempo", añaden.
La familia intenta convencerle
"Sus hijos y amigos cercanos le tratan de convencer de que no acuda, no tiene obligación, pero él está decidido", indican. En octubre del pasado año la Audiencia Nacional rechazó la pretensión de la jueza Servini de desplazarse a España para tomar declaración a Martín Villa; en un auto, el juez José de la Mata indicó que según la legislación española los delitos atribuidos habrían prescrito, y que admitir la comisión rogatoria vulneraría la ley de Amnistía de 1977.
Martín Villa está siendo investigado en Argentina, entre otros casos, por los sucesos de Vitoria de marzo de 1976, en los que cinco trabajadores fueron asesinados durante una represión policial en la capital alavesa.
El empeño del exministro en ir a declarar a Buenos Aires es tal que el pasado mes de septiembre, cuando fue aplazada su declaración prevista para ese mes, reclamó al juzgado el pago de los billetes de avión que ya había comprado para acudir al juicio, recuerdan las fuentes consultadas.