Los trabajadores más pobres se empobrecerán todavía más. El Gobierno ha decidido congelar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2014 con lo que el salario base en España perderá un 1,3% de poder adquisitivo el próximo año si se cumplen las previsiones del Ejecutivo. El salario mínimo seguirá en 645,3 euros al mes en 14 pagas, lo que significa que en cinco años de crisis los trabajadores peor pagados serán un 7,1% más pobres.
La congelación del salario mínimo y el empobrecimiento de quienes lo cobran es especialmente relevante porque España tiene uno de los mínimos más bajos de Europa y porque esa modalidad de pago afecta cada día a más empleados. Según los datos de Eurostat, si se divide en 12 pagas, sólo Grecia y Portugal tienen SMIs más bajos que el español dentro de la Unión Europea. Es necesario incluir a los nuevos socios de la Europa del Este para encontrar sueldos legales más bajos e incluso así, Eslovenia todavía registra sueldos más altos que los españoles.
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La medida anunciada por el Gobierno tiene, en segundo lugar, un impacto mayor sobre los trabajadores tras la reforma laboral ya que, desde entonces, el número de empleados que cobra el salario mínimo se ha multiplicado exponencialmente. Según los datos del Ministerio de Empleo, frente a los 48.000 asalariados que cobraban bajo ese régimen en 2011, en 2012 el salario más bajo se aplica ya a algo más de 215.300 personas, hasta representar el 1,38% de los empleos a tiempo completo. Además, ese salario mínimo se sigue alejando del salario medio neto: en la actualidad representa el 40% de ese valor, cuando la Carta Social Europea recomienda que se acerque al 60%.
La lectura política
Desde que comenzó la crisis, los trabajadores peor pagados han perdido poder adquisitivo sin cesar hasta sumar ese 7,1% de retroceso en su poder adquisitivo. Sin embargo, el mayor empobrecimiento se va a concentrar en los últimos tres años de gobierno del Partido Popular. De hecho, casi un 5% del pérdida de poder adquisitivo se debe a las decisiones de la ministra Fátima Báñez, según los datos del propio Ministerio de Empleo. En dinero eso significa que desde que Báñez llegó al Ministerio y hasta 2014, el SMI habrá subido cuatro euros mientras que la cesta de la compra comparable se habrá encarecido 40.
Los sindicatos denuncian un segundo efecto político de la decisión del Ejecutivo puesto que tendrá efecto también sobre las pensiones más bajas. “Las bases mínimas de cotización a la Seguridad Social se actualizan con el SMI –sostienen los sindicatos UGT y CC.OO. en una carta remitida a la ministra— por lo que el aumento del salario mínimo interprofesional supondría pues una mejora para aquellos trabajadores que perciben menores salarios, un aumento de los ingresos actuales de la Seguridad Social y una mayor cuantía de las pensiones de jubilación futuras.”