La industria europea del automóvil ha acelerado en todo lo referente al coche eléctrico de manera notable en los últimos dos o tres años, un impulso que está permitiendo a las marcas recuperar el terreno perdido con Tesla, adelantada a todas ellas con su decidida apuesta por esta tecnología desde hace ya más de una década. Pero el rápido avance de las marcas del Viejo Continente está haciendo que Elon Musk, consejero delegado y fundador de la marca, estudie ya adaptar sus vehículos a los estándares europeos. El objetivo es que sus nuevos modelos sean de dimensiones más pequeñas y de precio más ajustado, para poder rivalizar con mayores garantías en un mercado en plena ebullición, pero en el que precios como los de Tesla, por encima de los 50.000 ó 60.000 euros, pueden lastrar el futuro de la marca norteamericana.
En la primera sesión de la llamada Conferencia Europea de Batería, organizada por el ministerio alemán de Economía dentro del semestre de presidencia de turno de la Unión Europea (UE) de ese país, Musk subrayó la importancia de construir automóviles a precios "asequibles" y que se adapten al entorno urbano de las ciudades europeas. "Los coches en Estados Unidos suelen ser más grandes por razones de gusto personal, pero en Europa tienden a ser más pequeños", señaló Musk, quien explicó que en una visita reciente a la capital alemana tuvo problemas para encontrar aparcamiento para un Model X.
El fundador de la empresa de vehículos eléctricos de lujo apuntó la importancia de hacer diseños originales para atraer talento: "En Europa hay diseñadores e ingenieros con mucho talento, que quieren trabajar allí y desarrollar sus propias ideas; que no solo quieren copiar algo que fue diseñado en California". Los automóviles se producirán en la gran planta que Tesla está construyendo en las afueras de la capital alemana unas instalaciones que serán, según Musk, la fábrica de baterías más grande del mundo.
En cuanto al impacto medioambiental, el máximo responsable de Tesla aseguró que las instalaciones serán sostenibles y que la población de las inmediaciones no tiene por qué preocuparse por las sustancias tóxicas. El ministro de Economía, Peter Altmaier, garantizó ante ese foro que las pilas "más respetuosas con el medio ambiente" y "más innovadoras" procederán de Europa y que, con ello, se crearán decenas de miles de puestos de trabajo.
Récord de capitalización
Una intervención de Elon Musk que se ha producido la misma semana que la marca Tesla ha alcanzado por primera vez una capitalización de mercado de 500.000 millones de dólares (unos 420.876 millones de euros al cambio actual), y que ha llevado al propio Musk ha convertirse en el segundo hombre más rico del mundo adelantando a Bill Gates.
Cerca de la media sesión en la Bolsa de Nueva York el pasado martes, Tesla cotizaba a 546 dólares (unos 459 euros) la acción con una subida en torno al 4,60%, alargando una bonanza que le ha catapultado más del 20% en una semana tras el anuncio de su esperada inclusión en el selectivo S&P 500 el próximo 21 de diciembre. Ayer jueves, superó incluso ese valor llegando a los 574 dólares.
La compañía californiana lleva sin duda un año impensable cuando comenzó la crisis de la covid-19, ya que logró superar los 100.000 millones de dólares (84.174 millones de euros) de valor bursátil en enero, convirtiéndose en la primera fabricante de automóviles con ese tamaño en Wall Street, y desde entonces ha quintuplicado ese valor. Según el índice de milmillonarios que elabora Bloomberg, la fortuna de Musk ha crecido más de 100.000 millones de dólares en 2020, lo que le ha hecho escalar desde el puesto 35 hasta el número dos, solo por detrás del fundador y principal ejecutivo de Amazon, Jeff Bezos.
En octubre, Tesla reportó los mejores resultados trimestrales de su historia en plena pandemia: 331 millones de dólares (278 millones de euros) de beneficio neto, un 218% más que en el mismo periodo de 2019, mientras que en el conjunto del año acumula 435 millones (366 millones de euros) de ganancias.