El mercado de la vivienda atraviesa uno de los peores momentos en su historia reciente. Ya no se libran de la polémica ni portales web como Idealista o TripAdvisor. A los desorbitados precios de los alquileres, los cuales cercenan cualquier intento de emancipación en solitario a un trabajador español promedio, se suman ahora los timos y las estafas interminables.

Tienes 29 años, un trabajo estable desde hace 5-6 años, con un sueldo decente, rondando los 1.600 euros, y deseas salir de casa de tus padres para oficializar el salto a la vida adulta viviendo solo. No importa que no tengas pareja o un amigo con el que compartir gastos, te gusta el ecosistema que has creado a tu alrededor.

Ese es el caso de A., la persona con la que Vozpópuli ha contactado para desvelar la nueva oleada de timos relacionados con los alquileres en Madrid. Meses de infructuosa búsqueda, pues cada vez que contactaba con un arrendatario por el anuncio de una vivienda, la respuesta que recibía era que ya estaba alquilado. No importaba que la comunicación hubiese sido publicada ese mismo día. Así es el salvaje oeste del alquiler hoy en día.

Residente en el barrio de Vallecas, deseaba marcharse a la zona del Ensanche, mucho más tranquila y con una población más joven que su actual manzana. Al fin, un anuncio de un piso con buena pinta. Un estudio en la calle Cerro Milano 137, de 54 metros cuadrados y dos habitaciones por 600 euros al mes. El anuncio lo habían colgado en Idealista, la página web por excelencia para todo aquel que busque un piso de alquiler en España.

Aquí empezó el calvario de A. "Primero salió el piso por Idealista. En la descripción del mismo, tenía puesto que se la contactase por correo electrónico. Como siempre, el anuncio se eliminó de Idealista y comenzamos a hablar únicamente por email. Como se puede ver en los pantallazos, la supuesta anunciante me explicaba cómo era el piso, qué gastos se incluían, las condiciones de la reserva y cuanto había que pagar para formalizar la misma", relata el afectado.

Un falso TripAdvisor

"Ella comentó desde el primero momento que vivía fuera de España, y acto seguido me envió el enlace a la reserva en TripAdvisor (el falso). Una vez hecha la reserva, TripAdvisor te mandaba una factura detallada con el número de cuenta donde hacer la trasferencia. Una vez hecha, y descargado el justificante, se lo envié a ella", continúa.

Una vez acordada la fecha de visita para conocer el apartamento, pues hasta el momento no había posibilidad alguna de verlo si no se formalizaba la reserva, la supuesta dueña del piso envía al afectado unos falsos billetes de avión de Roma a Madrid con fecha del 1 de abril. El mismo día que iba a conocer el piso. La reserva, por cierto, constaba de dos conceptos: alquiler de un mes más una fianza reembolsable. El montante pagado por la víctima fue de 1.200 euros.

Alegando desconfianza en inquilinos que supuestamente no se habían presentado a anteriores visitas del piso, la dueña del piso exige a A. su número del DNI, así como todo tipo de datos personales típicos de estas transacciones.

Marina Vega, cuyo nombre se intuye que es falso, al igual que el resto de la estafa montada, se hizo un perfil falso con valoraciones positivas en TripAdvisor. Siempre que mencionamos a TripAdvisor ya hemos avisado que no es la página oficial, sino un fraude online donde conducían a las víctimas.

Hasta aquí, nos cuenta A., todo normal. Dentro de lo particular de la operación, es decir, el pago de una reserva sin llegar a ver el piso en persona o contactar vía telefónica con la dueña. "Pasados unos días, me llega un SMS que indica que ha sido anulado el pago de la reserva, y cuyo reembolso será en los 7 días siguientes", explica A.

"Entonces me escribe Marina, diciéndome que la disculpe, que el fallo ha sido cosa suya y no de TripAdvisor. Que había puesto una cuenta bancaria nacional en lugar de internacional, que es lo que levantó ya mis primeras sospechas. Le pido hablar por WhatsApp en lugar de por e-mail, y ahí es dónde me recalca que debo hacer de nuevo la reserva pero a otra cuenta corriente".

"Pese a mis preguntas por lo extraño del asunto, ella insiste en que pague de nuevo con la mayor celeridad posible. Parecía que me estaba contestando un bot. Busco en Internet algo de información, y es cuando caigo en la cuenta del engaño. La web de la pasarela de pago, supuestamente de TripAdvisor, ya no existe. Me han timado 1.200 euros e intentaban sacarme otros tantos", nos cuenta abatido A.

Finalmente, la víctima descubre que ha sido estafado, pero no el único. Los compañeros de Maldita se hicieron eco hace unos días de un caso similar en Madrid. Parece que es la nueva plaga que asola al ya complejo mundo de los alquileres.

A. acude a comisaría, donde interpone una denuncia, aunque le avisan que será difícil, por no decir, imposible, que recupere su dinero. Le consuela, dice, que contarlo y exponer a "esta gentuza" pueda servir para que otras personas lean esta noticia y no caigan en la misma trampa que él.

A nivel económico, el varapalo le tendrá tres meses midiendo bastante sus gastos, pero tiene claro que levantará el vuelo después de verano, y que esto no le impedirá seguir buscando su piso ideal para emanciparse. La vida, me dice, va de eso, "de levantarse tantas veces como te tumben".

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