Los movimientos internos en Correos no dejan de sucederse. Fernando Ramírez, director de Recursos Humanos y periscopio de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) en la corporación amarilla, mueve fichas para allanar el terreno y afrontar con garantías la negociación del nuevo Convenio Colectivo con los sindicatos, incluido en el plan estratégico por el que se regirá la compañía de 2024 a 2028.
Ramírez quiere recortar gastos a toda costa ante la delicada situación en la que Juan Manuel Serrano, anterior presidente del operador público postal y amigo de Pedro Sánchez, dejó a la corporación. Los sindicatos cifran las pérdidas en el entorno de los dos 1.200 millones de euros. Pedro Saura ha sido su sustituto en el cargo, pero el peso de Ramírez en el operador es cada vez más grande y ha conseguido poder en la toma de decisiones estratégicas.
Los recortes en el caso de la plantilla se dan por hecho, según fuentes cercanas al operador postal. No hablamos -que también- de los que pueda sufrir la plantilla en su volumen, sino del empeoramiento de las subidas salariales, la contratación -o no- de personal en periodos concretos o la no reposición de los empleados que abandonen la compañía. De hecho, esto es algo que ya sucede. Correos no ha contratado en los últimos meses personal adicional en los momentos pico de trabajo, ni tampoco en verano, cuando hacen falta más empleados al verse mermada la plantilla por las vacaciones de los empleados habituales del operador.
Para ir preparando el Convenio Colectivo, Ramírez mantiene de forma silenciosa reuniones con profesionales de KPMG, consultora que le está asesorando en este sentido y con la que se han firmado dos contratos de 400.000 euros cada uno. Así lo han asegurado a este diario fuentes cercanas al departamento de Recursos Humanos de Correos. En concreto, las reuniones las lidera su guardia de corps, empleados ahora en Correos pero que conoció en su época como responsable de Recursos Humanos en Navantia y Airbus y que posteriormente fichó para Correos.
De igual forma, este diario ha podido saber que Ramírez mantiene encuentros secretos con Comisiones Obreras en los que se habla en profundidad del Convenio, y lo hace a espaldas del resto de formaciones sindicales de Correos Sindicato Libre, CSIF, CGT, UGT CIGA y ELA. Una negociación que se antoja dura y por ello Ramirez quiere tener previamente una parte sindical amarrada y asegurada para que acepten los cambios que prepara junto a KPMG.
Una negociación que se antoja dura
Ante esta estratefia, el resto de los sindicatos ya se preparan para la negociación del Convenio y caldean el ambiente. Hace unos días Sindicato Libre recordaba con ironía la creación de los 'Agentes del Cambio', una información avanzada por este diario.
"Sí que han tardado poco desde la Dirección de Personas y Relaciones Laborales en convocar a los 'Agentes del cambio' para vender recetas manidas y lamentaciones sobre la terrible situación o necesidad de adaptarse”, explican desde el sindicato en un comunicado, y añaden que "el tradicional pregonero tiene escasa credibilidad por los recortes de derechos sufridos desde 2001 cuando CORREOS dejó de pertenecer a la Administración General del Estado".
Además, añaden que se "han propuesto clarificar un poco la situación actual con datos, para desmontar el argumento de que los trabajadores viven muy bien y que son como siempre, quienes tienen que ajustar salario y jornada". Y manifiestan que "la subida salarial desde 2008 a 2023 para el personal de Convenio ha sido del 12%, frente al 50% de subida salarial del personal directivo masculino en un año, valga como ejemplo el Director de Recursos Humanos". Por último, concluyen que es "muy didáctica la plasmación de los 'Bussines Partners' en la memoria 2023, donde se contratan a 63 Técnicos Superiores externos a razón de 54.000€ anuales por cabeza y 17 directivos nuevos a razón de más de 80.000€, para reestructuración de plantilla o flexibilización".