Apple ha presentado este martes sus resultados financieros correspondientes a su primer semestre del año, en el que los beneficios bajaron un 7% lastrados por la caída en las ventas de teléfonos iPhone, que fueron parcialmente amortiguadas por una facturación de récord en su área de servicios.
En total, Apple ganó entre octubre y marzo 31.526 millones de dólares sobre unos ingresos de 142.325 millones (un 4,75% menos), de los que más de la mitad llegaron provenientes del iPhone (58,3%), seguidos de los servicios (15,7%), los ordenadores Mac (9%), la tecnología ponible, relojes y accesorios (8,7%) y los iPads (8,2%).
Las tendencias entre las dos principales fuentes de ingresos, sin embargo, son completamente opuestas: mientras que las ventas de iPhone bajaron un 15,8% interanual a causa de la saturación del mercado de los móviles en todo el mundo y de la desaceleración en China, la facturación por servicios creció un 17,6% y alcanzó un récord de 22.325 millones de dólares.
Este último dato fue el que más se esforzaron en destacar este martes los responsables de la compañía, ya que los servicios son la gran apuesta de futuro de Apple, que hasta ahora se había centrado siempre mucho más en el hardware.
"Nuestros resultados muestran la fuerza de nuestra base de 1.400 millones de aparatos activos, ya que hemos logrado un récord en cuanto a servicios", indicó el consejero delegado de la compañía, Tim Cook.
Su servicio de 'streaming'
En el marco de esta estrategia, el pasado 25 de marzo la empresa presentó nuevos servicios por suscripción para tres áreas distintas: televisión (Apple TV+ y Apple TV Channels), noticias (News+) y videojuegos (Apple Arcade).
Apple TV+, el producto más esperado de los revelados en esa ocasión y con el que se venía especulando en la industria desde hacía años, es un servicio de contenidos originales de televisión en streaming pensado para competir de tú a tú con compañías como Netflix, Hulu o Amazon.
Durante los pasados seis meses, los inversores de Apple se embolsaron 6,66 dólares por título, una cifra superior a la registrada en marzo del año pasado pese a la caída en beneficios, porque durante 2018 Apple llevó a cabo un programa de recompra de acciones, que además anunció que mantendrá en los próximos meses.
Durante ese mismo tiempo, la compañía de la manzana mordida consiguió rebajar su deuda a largo plazo hasta los 90.201 millones de dólares, frente a los 93.735 millones con los que cerró el ejercicio 2018.
Descenso de las ventas de iPhone
En el segundo trimestre del año fiscal, al que más atención prestaban este martes los analistas en Wall Street, el descenso en las ventas del iPhone se incrementó hasta el 17%, lo que indica que la tendencia a la baja, lejos de estabilizarse, sigue incrementándose.
América (incluyendo EEUU y Canadá) sigue siendo el gran mercado de Apple y de donde provienen prácticamente la mitad de sus ingresos mundiales, mientras que las ventas han bajado ligeramente durante los últimos seis meses en su segundo mayor mercado, Europa, y de manera muy sustancial en el tercero, China.
El consejero delegado de la empresa, Tim Cook, ya advirtió a principios de enero de que se acercaban nubarrones, especialmente en China: en un movimiento nada habitual (fue la primera vez en más de 15 años), envió una carta a los accionistas revisando a la baja las expectativas de ingresos y alertando de la caída en ventas del iPhone.
Las acciones se disparan
Pese a los aparentemente malos resultados de la firma, las acciones de Apple en Wall Street se dispararon un 5,02% hasta los 210,75 dólares por título en las operaciones electrónicas posteriores al cierre de los mercados neoyorquinos.
Las razones a esta subida hay que buscarlas no tanto en los resultados en sí, como en el hecho de que la empresa haya anunciado la operación de recompra de acciones mencionada anteriormente, que tendrá un valor de 75.000 millones de dólares, y un dividendo de 77 centavos por título que se pagará el próximo 16 de mayo.